«Yo no voy a iniciar ninguna guerra, yo las voy a parar», manifestó Donald Trump en su primer discurso tras ganar las elecciones estadounidenses con una ventaja superior a la que pronosticaban las encuestas.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, le ha tendido la mano para recuperar un diálogo aún enfangado en torno a la confrontación en Ucrania, con la esperanza de que Trump dé un paso para poner fin a esta guerra y alcanzar «un arreglo a largo plazo». Y también con el manifiesto deseo de recuperar el diálogo nuclear.
La realidad actual revela con claridad que la guerra de Ucrania, que empezó hace casi dos años —concretamente, el 22 de febrero del 2022, no parece que se esté acercando a su final, sobre todo cuando Putin acaba de firmar un tratado de defensa mutua con Corea del Norte.
Trump ha manifestado que su objetivo en Ucrania es la paz, pero no la estricta recuperación por parte de Kiev de los territorios ocupados por Rusia. En este sentido, Trump le pedirá al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, «una visión realista para la paz». Algo que, sin ningún tipo de duda, contrariará a la Unión Europea, comprometida con Ucrania.
El nuevo presidente de Estados Unidos acaba de comparecer como un gran pacificador mundial, pero la realidad es que hasta ahora los hechos todavía no han empezado a configurarlo como tal, lo que equivale a decir que Trump y sus supuestos o reales buenos propósitos tienen que confrontarse con la realidad. De hecho, hubo ya roces en su primera conversación telefónica con Putin.
Por su parte, la OTAN ha confirmado el despliegue de tropas de Corea del Norte en apoyo a Rusia en la guerra con Ucrania.
A su vez, el canciller surcoreano, Cho Tae-yul, ha asegurado que «todas las opciones están abiertas», en referencia a la posibilidad de que Seúl pueda suministrar armas a Kiev, en respuesta al despliegue norcoreano a favor de Rusia en Ucrania. Horizontes que quizá ya contempla Trump con su «ansia pacificadora», después de la «transición tan suave» que acaba de agradecerle a Joe Biden.