Así le decía su abuela a un consejero delegado al que aprecio mucho cuando era pequeño. Expertise empresarial embebido en la sabiduría popular burgalesa.
Hoy en día, esta idea es especialmente útil, dado que la tecnología está transformando el funcionamiento de las empresas, sus modelos operativos y la forma en la que crean valor. De forma masiva y en todos los sectores, los experimentos con inteligencia artificial generativa se suceden. Pero no siempre resultan exitosos a la primera, por ello es tan necesario mantener conversaciones bidireccionales entre la dirección de la empresa y los líderes tecnológicos para fomentar una cultura que permita cometer errores y aprender de ellos.
Google es conocido por su mantra «Fracasa rápido, fracasa a menudo». Se anima a los empleados a probar nuevas ideas sin miedo a las consecuencias del fracaso, siempre y cuando se aprenda algo valioso en el proceso.
En 3M, los empleados pueden dedicar el 15 % de su tiempo a proyectos personales. El Post-it que todos usamos en la oficina fue un resultado de un fracaso inicial en el desarrollo de un adhesivo fuerte, que se convirtió en uno de sus productos más exitosos.
SpaceX, fundada por Elon Musk, fracasó en los primeros lanzamientos de cohetes, pero los llevó al éxito de los cohetes Falcon 9 reutilizables.
La idea central es dotar a la organización de la capacidad de aprender, y de traducir rápidamente ese aprendizaje en acción. Es frecuente que las empresas acaben triunfando con ideas de negocio diferentes a las previstas en primer lugar; por tanto, tiene todo el sentido apostar por una cartera de ideas estratégicas sabiendo que algunas, seguramente, fracasarán, pero nos proporcionarán aprendizajes que se aprovecharán.
¿Qué estrategias se pueden aplicar para aprender de las pérdidas?
En banca siempre ha sido muy habitual hacer un análisis post-mortem después de una operación compleja. Una vez cerrada la transacción se hacía una revisión exhaustiva tanto de los puntos fuertes que habían salido bien como de las cosas que no habían ido tan bien, generando un resumen de lecciones aprendidas para su uso futuro.
También puede ser interesante, especialmente en España donde tenemos una fuerte tradición de «cazar culpables», poner una capa de mentoring y coaching como apoyo a los directivos para superar y aprender del fracaso.
Finalmente, si queremos que esté en el ADN de la empresa, hay que fomentar una cultura que valore el aprendizaje continuo y que vea las pérdidas como oportunidades de crecer; donde las personas se sientan cómodas saliendo de su zona de confort y asumiendo riesgos razonables. Es necesario construir una mentalidad de experimentación y aprendizaje constantes. Si estás abierto al cambio, serás capaz de pivotar de forma rápida y asequible.
Los que somos seguidores de la serie Star Wars recordamos el diálogo donde el maestro Yoda le dice a Luke: «No escuchaste mis palabras, ¿verdad? Transmite lo que has aprendido. Fuerza, maestría. Pero también debilidad, locura, fracaso. Sí, el fracaso, sobre todo. El fracaso es el mejor maestro». Pues eso.