Cerebro cuántico

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

UNIVERSIDAD DE SEVILLA | EUROPAPRESS

04 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La física cuántica nació para interpretar el mundo de lo muy pequeño. Lleva asimilada una cierta incertidumbre: si se quiere localizar la posición de una partícula con una cierta precisión, perderemos precisión en la determinación de su velocidad y viceversa. Otra característica de la física cuántica es el efecto túnel: las partículas pueden atravesar barreras aparentemente infranqueables, en una especie de teletransportación.

En este momento existe una corriente científica en la que se reafirma que la capacidad del ser humano de razonar, interpretar e imaginar solo puede explicarse satisfactoriamente si tales fenómenos cognitivos se basan en procesos cuánticos. Para estos expertos, el menor de nuestros pensamientos, el raciocinio necesario para una toma de decisiones, la asociación de ideas para interpretar el mundo que nos rodea, las reflexiones que pueblan nuestra mente e incluso la imaginación son procesos que no se ajustan a los principios de la lógica clásica, sino que son de naturaleza cuántica.

Todos estos procesos cuánticos no atañen al funcionamiento biológico de las neuronas, sino al modo en el que el cerebro procesa la información para construir pensamientos. Tampoco se afirma que el cerebro sea un ordenador cuántico. En realidad, se emplean procesos cuánticos para describir fenómenos cognitivos (Muy Interesante. Nº 515). Solo la mecánica cuántica logra explicar la complejidad de la mente humana.