Siria frente a Israel

OPINIÓN

Amr Abdallah Dalsh | REUTERS

18 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La noticia de que Siria se ha liberado de la feroz dictadura de Bashar Al-Assad (quien huyó a Moscú) fue recibida como una expansión del mundo libre y como una gran oportunidad social y política.

Lo malo es que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ya no ha resistido la tentación de reforzar sus posiciones militares en los Altos del Golán (territorio que pertenecía a Siria y que fue anexionado por los israelíes, aunque sin un reconocimiento internacional) «para garantizar la seguridad de Israel y evitar las amenazas por parte de las nuevas autoridades islamistas en Siria».

Según estimaciones recientes, Israel habría ocupado ya unos 300 kilómetros cuadrados en Siria, aunque Netanyahu ha asegurado que se trata de un despliegue «temporal». Porque es totalmente seguro que Israel no permitirá que grupos yihadistas llenen ese vacío y amenacen a las comunidades israelíes de los Altos del Golán.

La realidad es que el dictador Bashar Al-Assad ha dejado atrás un país totalmente empobrecido y, es más, casi aniquilado bajo su implacable liderazgo, y lo que viene ahora no deja de perfilar un horizonte muy complejo y probablemente muy saturado de dificultades.

Porque Israel tampoco se percibe como un apoyo favorecedor. Lo que parece querer decir que el futuro no parece que vaya a ser tan prometedor como sería de desear, porque Israel no va a colaborar en que Siria se pueda consolidar como un estado democrático. Es suficiente con observar el comportamiento de las fuerzas israelíes con la Franja de Gaza o con el Líbano para concluir que Israel no va a dar facilidades ni favorecerá un porvenir de respetuoso entendimiento.

Basta con ver las cifras de la represión en la Franja de Gaza, con unos 50.000 palestinos muertos, para darse cuenta de que Netanyahu antepone todos los intereses de Israel que él mismo define.

En este entorno se vislumbra el futuro de Siria. A priori se podría concluir que necesitará tiempo para rehabilitarse, pero no parece que se lo vayan a dar.

A ver.