![](https://img.lavdg.com/sc/Bd0xuYRI9jQRtEhNTWA68w2noho=/480x/2025/01/19/00121737310261639492860/Foto/reu_20250106_142136222.jpg)
Abriéndose el año 2025, un descerebrado entró con un vehículo eléctrico en la calle Bourbon, procedente de la calle Canal, y arremetió contra todos los peatones que encontró en su alocado camino, provocando el fallecimiento de 15 personas y dejando heridas a otras 35. El causante de semejante tragedia fue abatido por la policía. Es una pena que no hubiese sido abatido antes de su loca carrera. Hace años tuve la suerte de pasear por Nueva Orleans (Luisiana, Estados Unidos) y, por supuesto, por la calle Bourbon, vía histórica, peatonal, situada en el corazón del Barrio Francés. Está llena de bares, tiendas y clubes de estriptis. También existe (o existía en aquella época) el Preservation Hall, un antro de jazz de gran pureza, en el que tuve ocasión de disfrutar de una sesión a la antigua usanza, interpretada por una banda formada por batería, piano, trombón, trompeta, clarinete, banyo y contrabajo. En aquella ocasión había comprado un disco, que aún conservo, con siete composiciones, entre ellas la conocida When the saints go marchin in.
La belleza de la calle Bourbon está principalmente en sus artísticos balcones, que se llenan de gente disfrazada en carnaval y en otras fiestas.
Relativamente cerca del lugar de la tragedia se encuentra el Café du monde, con sus famosas beignets, una especie de buñuelos espolvoreados con abundante azúcar.