Dudas en Oriente Próximo

Carlos G. Reigosa
carlos g. reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

Una explosión en el campo de refugiados de Yenín.
Una explosión en el campo de refugiados de Yenín. CONTACTO vía Europa Press | EUROPAPRESS

27 ene 2025 . Actualizado a las 22:10 h.

Israel sigue siendo el centro de una evolución en marcha que concierne a la Franja de Gaza y a Cisjordania. En unas declaraciones recientes, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha manifestado que «existe la posibilidad de que Israel se sienta envalentonado por los éxitos militares y piense que es el momento de anexionarse Cisjordania y mantener Gaza en una especie de limbo». Lo cual significaría una violación del derecho internacional y la ausencia de un verdadero proceso de paz en Oriente Próximo.

En este sentido, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha advertido que no puede prestar sus servicios en un lugar que califica de «prácticamente inhabitable». Lo cual sitúa la realidad en un horizonte complejo e incierto. Porque es verdad que el conflicto parece haberse alejado de sus orígenes en un ataque de Hamás a Israel, que luego degeneró en una implacable guerra dirigida por el actual primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

No obstante, y al menos en apariencia, el conflicto parece haberse encauzado en un sentido todavía incierto, por más que las espadas sigan en alto. La interminable sangría de Gaza, con más de 50.000 muertos y 10.000 desaparecidos, se ha detenido en buena medida y todo parece orientarse hacia una salida aún oscura, pero con un horizonte menos bélico y más esperanzador.

El ejército de Israel ha proseguido el pasado miércoles con el despliegue de la operación iniciada el martes en el campo de refugiados palestinos de Yenín, en el norte de Cisjordania, en el que ha muerto una decena de personas. Son los episodios de un horizonte bélico confuso en el que nadie acaba de acertar con el camino del entendimiento y la paz. Algo que ocurrirá en un futuro aún impreciso.