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Seguro que recuerdan el monólogo de Gila en el que cuenta como fue él quien descubrió al asesino Jack el Destripador. Lo hizo sin violencia, simplemente se enteró del hotel donde se alojaba y cuando se cruzaban en el pasillo le decía: «No me gusta señalar, pero alguien ha matado a alguien», «alguien es un asesino». A los quince días, Jack no pudo más y confesó.
Pues bien. Tengo la sensación qué el juez Hurtado conoce la historia y se dedica a decir «alguien ha filtrado un correo», a ver si pesca a alguien, pero con la diferencia de que no tiene ni idea de por dónde va y sin gracia alguna. Repasemos, antes de nada, un par de cosas de la trayectoria de este juez. En el proceso de la Gürtel, Hurtado defendió con vehemencia que Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, no debía declarar. Alegó que la comparecencia del líder del Ejecutivo no aportaría nada al caso y que podría utilizarse con «motivaciones políticas». Ahora piensen en Peinado, con las cámaras camino de la Moncloa.
Cuando, en el 2018, la Audiencia Nacional condenó al PP a devolver más de 240.000 euros, Hurtado optó por no firmar la sentencia, lo que marcó su postura frente a una resolución que contribuyó a la caída del Gobierno de Rajoy. Ese posicionamiento fue premiado en el 2020, cuando el Consejo General del Poder Judicial aún estaba dominado por una mayoría designada por el PP: Hurtado fue ascendido al Tribunal Supremo, con 19 votos a favor.