El banquete de Hacienda

Maite Cancelo PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

María Pedreda

13 feb 2025 . Actualizado a las 08:55 h.

Festín recaudatorio, así definió el Banco de España el aumento de ingresos del Estado por la no deflactación de los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Sin embargo, el foco mediático está puesto en la disputa entre la ministra de Hacienda y la de Trabajo sobre la necesidad (o no) de elevar el mínimo exento en el IRPF adaptándolo, como es tradicional, al nuevo importe del SMI, que este año se eleva a 16.576 euros anuales. Pero la reflexión que tenemos que hacer es sobre el conjunto del impuesto y no solo esta cuestión, importante pero puntual.

El principal problema con este impuesto es que los tramos no se actualizan desde el año 2015. Así, en un contexto fuertemente inflacionista como el que tuvimos después de la pandemia, y la posterior subida paulatina de los salarios, estos incrementos de rentas no han supuesto un aumento real del poder adquisitivo de las personas, ya que Hacienda se ha llevado una buena parte de estos beneficios.

Esta cuestión la han señalado desde distintas instituciones y organismos: el Consejo Superior de Economistas de España, la AIReF y, por supuesto, el Banco de España. Este último, en su informe anual (mayo del 2024), analiza el aumento de recaudación por IRPF, el que más aporta a los ingresos del Estado, lo cual se debe, por una parte, a la base tributaria (número de contribuyentes, incluidos los pensionistas) y, por otra, a la base nominal. Si analizamos su evolución, el Estado en el año 2019 ingresó 86.000 millones de euros y en el 2023 unos 140.000 millones, y este incremento de 54.000 millones se debe, a partes iguales, a las dos bases mencionadas.

Si nos centramos en la segunda, el Banco de España habla de una progresividad en frío, ya que ante incrementos de la renta, si no se deflactan los tramos del impuesto, se produce un incremento mayor en la cuota tributaria. De hecho, los tipos efectivos medios pasaron del 12,8 % en el año 2019 al 14,7 % en el 2023. Para este año, 2025, se espera que puedan llegar al 15,3 % y la recaudación podría alcanzar el 9 % del PIB, un 29 % más que en el 2019. Estamos ante una subida de impuestos encubierta, ya que, como señala el organismo, un incremento del 1 % de la renta de los hogares da lugar a un incremento de la recaudación del 1,85 %, dada la ausencia de actualización de los parámetros fiscales.

En conclusión, es necesario adecuar el IRPF a la inflación, ya que, a pesar de los aumentos del SMI, de otros salarios, prestaciones, pensiones u otras rentas, seguimos perdiendo capacidad adquisitiva, dada la no actualización de este impuesto. Y los 4,5 millones de contribuyentes no son precisamente ricos, ya que el 75 % que más aportan al conjunto de estos ingresos son de clase media. Y si a todo esto le sumamos los sobreingresos por la recaudación del IVA, dado el encarecimiento de los precios, estamos ante lo que algunos ya han llamado el banquete de Hacienda.