Robert De Niro o el apocalipsis

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

Jojo Whilden | EFE

23 feb 2025 . Actualizado a las 10:23 h.

Con 81 años y una aquilatada carrera, Robert De Niro se lanza a la piscina de la televisión con Zero Day. El picor de la curiosidad es casi obligatorio. Su presencia invita a esperar un regusto especial en esta serie de Netflix por la cual el actor ha seguido, en ese salto, a tantas estrellas del cine que cruzaron antes que él la línea de la ficción por episodios. Súmale a su imponente presencia una trama de suspense en torno a asuntos tan a la orden del día como las conspiraciones políticas y el desasosiego que provoca la vulnerabilidad ante el mundo digital.

Encarna De Niro a un expresidente de Estados Unidos que ha salido con su reputación indemne de sus años en la Casa Blanca. Lo que más se recuerda de él es que logró poner de acuerdo a los dos partidos del país, algo que para algún político de la vida real lo convertiría en un blandengue. Aquí se erige como figura de confianza y su aplomo es la única baza para un país que se enfrenta a un caos peor que el del 11S. Un ciberataque ha dejado miles de muertos y descubrir al autor se convierte en un asunto de seguridad nacional. El presidente Mullen debe afrontar su resurrección política en un mundo donde ya nada es como él lo conoció. Su primer episodio es trepidante y a ratos parece abrir el zoom sobre los hechos que narra la película Dejar el mundo atrás, de la misma plataforma.