Hay que frenar a Trump y a Putin

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

Kevin Lamarque | REUTERS

25 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto una convulsión tanto a nivel interno de EE.UU. como a nivel internacional. Pese a que la mayoría sabíamos que su segundo mandato iba a ser complicado y difícil, la diversidad de frentes que ha abierto nos ha cogido con el pie cambiado, sobre todo a los gabinetes de la mayoría de los gobiernos democráticos. Sus polémicas propuestas para acabar con la guerra de Ucrania y la de Palestina se enmarcan en su aspiración de pasar a la historia como un gran presidente. Ignora que la historia, pese a las constantes agresiones para manipularla, es una jueza implacable que pone a todos en perspectiva y, sin duda, no lo situará entre los moradores de la Casa Blanca que merezcan estar en el podio de honor.

Puede que su estrategia de remover el fondo del río para enturbiar las aguas e impedir que podamos ver cuál es, realmente, su objetivo haya funcionado inicialmente. Preocupados y ocupados con la «guerra de aranceles» que ha iniciado, la UE ha relegado a un segundo plano lo que en realidad debería ser nuestra prioridad conjunta: la seguridad. Cierto que los cimientos sobre los que sustenta la UE desde sus orígenes en los Tratados de Roma de 1957 son fundamentalmente económicos, pero su evolución hasta hoy ha supuesto que fuera absorbiendo competencias y responsabilidades en numerosos ámbitos. No ha sido ni es fácil movilizar a 27 países con intereses, problemas y aspiraciones muy diversas. Pero, salvo tres o cuatro Estados cuyos gobiernos todavía sienten nostalgia de la vieja URSS, la mayoría son conscientes de que la guerra que se libra en Ucrania es extremadamente importante para nuestra seguridad. Si Rusia logra hacerse con parte del territorio ucraniano, a continuación podría intentar ocupar los países del Báltico y los de Europa oriental.

La iniciativa del presidente Macron para consensuar una reacción europea es digna de encomio. No es una tarea fácil. El tiempo de la diplomacia y las sanciones económicas está llegando a su fin, nos guste o no es imprescindible actuar de manera contundente. Todo momento de crisis es también una ocasión para superar las barreras que impiden nuestro avance y evolución, sobre todo frente a quien repitiendo mentiras intenta hacer una verdad. Rusia es la agresora y no puede salirse con la suya.