
Ni los números de Sumar, alias Restar, ni los del PSOE, alias Dividir (España), aconsejan que este anunciado encuentro en la Moncloa acabe como el rosario de la aurora. Ergo, Yolanda Díaz y Pedro Sánchez se cuidarán de guardar las apariencias, dejándose retratar regalándose sonrisas. La de él, es pública y notoria; la de ella, nos la podemos, perdón, imaginar. De fondo, el asunto de rearmar España para defender Europa de Rusia y de Trump. Claro que para Sumar, debatido entre el comunismo y el buenismo, lo de comprar armas para frenar a Putin es algo así como kriptonita. Sobre su reposabrazos, Pedro explicará a Yolanda que el gasto en defensa se elevará un 2 % sin tocar el gasto social, y sobre su reposabrazos, Yolanda explicará a Pedro que el plan Pedro no es la solución. El asunto se zanjará sin un solo arañazo, en una especie de tengamos el posado en paz, como si al uno y a la otra les fuese la vida política en ello.