Gaza y «las reglas del juego»

Miguel Paradela López PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE RELACIONES INTERNACIONALES EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE COMILLAS

OPINIÓN

CONTACTO vía Europa Press | EUROPAPRESS

23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado lunes, la comunidad internacional se vio sacudida por una oleada de bombardeos por parte de Israel en la Franja de Gaza, rompiendo el acuerdo de alto el fuego alcanzado el 15 de enero y causando la muerte de aproximadamente 400 personas, entre ellas más de 130 niños. De acuerdo con las autoridades israelíes, estos ataques obedecen a la negativa de Hamás a continuar con la devolución de los prisioneros secuestrados en el 2023 y son parte de una campaña militar que incluirá el despliegue de tropas y la evacuación forzada de la población civil de parte de la Franja. Unas horas después del inicio del ataque, el ministro de Defensa, Israel Katz, reunido con el Ejército, afirmó que «Hamás tiene que entender que las reglas de juego han cambiado» y amenazó a Hamás con «abrir las puertas del infierno».

Efectivamente, parece que las reglas del juego están cambiando. Es difícil no ver en esta nueva ofensiva militar, respaldada sin fisuras por Estados Unidos, una conexión con el sueño de Donald Trump de convertir la Franja de Gaza en la Riviera de Oriente Medio. Más aún cuando cada vez más medios informan sobre los contactos entre Israel, Estados Unidos y países del este de África (Somalia, Somalilandia y Sudán) para que acepten el reasentamiento de palestinos en su territorio.

Es probable que este nuevo ataque obedezca a los avances en la negociación sobre la guerra de Ucrania. En los últimos tres años, Rusia se ha visto atrapada en un conflicto que ha absorbido gran parte de su capacidad militar y disminuido su presencia en zonas de influencia histórica, como el Cáucaso u Oriente Medio. Esto ha llevado a importantes derrotas geopolíticas, como la ampliación de la OTAN en el este de Europa, la caída de Bachar al Asad, el debilitamiento de Hamás y Hezbolá o, en menor medida, la pérdida armenia de Nagorno-Karabaj. Dado que Rusia ya ha manifestado su interés en reafirmarse en Oriente Medio, es muy probable que Estados Unidos e Israel aprovechen estos meses para incrementar todo lo posible su posición en la región. Esto no solo explica la reanudación de los ataques en la Franja de Gaza, sino también los recientes bombardeos en Saná, capital de Yemen, dirigidos a las fuerzas hutíes, uno de los aliados más fuertes de Irán en la región.

Además, de ser esta previsión acertada, pronto podríamos ver una actitud más agresiva en Cisjordania, el Líbano y el sur de Siria, con el objetivo de debilitar a los posibles aliados de Irán y Rusia y consolidar una zona de amortiguamiento en torno a Israel.

En definitiva, nos encontramos ante la vuelta a una lógica de bloques y zonas de influencia en las que el control geopolítico, la seguridad militar y la supremacía regional monopolizan la atención política. Y, con estas nuevas reglas de juego, las consideraciones morales y las preocupaciones humanitarias corren el riesgo de quedar relegadas.