A na Rosa hizo recientemente una dura crítica en su programa de televisión a Juan Carlos Monedero cuando se conocieron varias denuncias contra él por presunta agresión sexual: «Ser feminista en público y machirulo en privado. Esa es la cuestión». María Patiño había llamado machirulo a Bertín Osborne por otros motivos. Esa palabra circula hoy en los ambientes más dispares.
Aunque el término existe desde hace treinta años, se suele atribuir su verdadero lanzamiento a una intervención de Irene Montero en el Congreso en febrero del 2017. Tras un rifirrafe entre Pablo Iglesias y el diputado popular Ángel Luis González en el que se oyó algo así como «ven aquí si te atreves», la parlamentaria de Podemos tachó al del PP de machirulo. El término inundó las redes sociales y los navegadores de internet, aunque quienes buscaban respuestas en el Diccionario se quedaron con las ganas.
No obstante, el nivel de uso se mantuvo alto y la Academia lo incluyese en el DLE en la revisión de finales del 2023. Tras indicar que es de uso despectivo y coloquial, y que su femenino es machirula, da ahí dos acepciones del adjetivo, con la primera de las cuales funciona también como sustantivo: «Dicho de una persona, especialmente de un hombre: Que exhibe una actitud machista» y «Propio o característico de un machirulo». Detalla más el Diccionario del español actual. Coincide con el anterior en que el término es despectivo y coloquial y recoge tres sentidos: ‘machista’, ‘marimacho (mujer que en sus modales o en su aspecto se asemeja a un hombre)’ y ‘hombre homosexual de aspecto muy masculino’.
Hay consenso en que en el origen de esta palabra están macho o machista, pero no hay seguridad sobre el segundo elemento, que podría ser chulo.
Junto con España, Argentina es el país donde más se emplea esta voz. Y como aquí, fue un choque político lo que la impulsó. Ocurrió en mayo del 2018. El entonces presidente, Mauricio Macri, calificó de locuras ciertos planteamientos de la senadora Cristina Fernández de Kirchner, a lo que esta respondió con un tuit: «Tratar de loca a una mujer. Típico de un machirulo». Reiteró el adjetivo cuando un año después Macri dijo en una entrevista: «El populismo te hipoteca el futuro para que vivas un presente, y cuando se acaba, se acaba. Es como ceder la administración de tu casa a tu mujer, y tu mujer, en vez de haber pagado las cuentas, usa la tarjeta y un día vienen a hipotecarte tu casa». Ahí Macri se pasó.