Galicia es una obra de arte

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

ANGEL MANSO

13 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia no es solo la Semana Santa de Ferrol y de Viveiro, que también. La Semana Santa de esa Galicia del norte tantas veces maltratada por las Administraciones. Galicia en estas fechas es el sitio del recreo. No miren al cielo. Da igual si llueve o si no llueve. Galicia es el país de las maravillas, más allá de lo que diga el parte del tiempo. Es un refugio al noroeste de la pelea política. Es el silencio que no se paga. Es la tranquilidad impagable, imposible de facturar y que no pasa factura. Las cuatro esquinitas de Galicia son paraísos. De Fisterra a Ribadeo, de A Gudiña a A Guarda. Galicia son sus rías en las que Dios posó su mano al séptimo día para descansar y terminar de construir el mundo. Es su costa con mil playas, algunas tan escondidas que no se las creerán. Pero Galicia es su interior, donde es posible perder por unas horas o unos días, al gusto, la cobertura, para encontrarnos. El móvil deja de ser el ritmo de nuestras vidas, el acoso consentido que soportamos sin darnos cuenta del daño, empantallados como estamos. Galicia es pasear al lado del murmullo del río que baja calmo. Es respirar el bosque. ¿Han respirado el bosque alguna vez? Es una experiencia inolvidable. Bajo las copas de los árboles, entre ramas. En un camino que cuesta seguir pero en el que no se perderán. Hay mil rutas para pasear, para correr. Solos, acompañados, con sus perros. Como gusten. Galicia ya no está lejísimos, al otro lado del mundo, cuando cruzar por la montaña de Ourense o por la de Lugo eran horas y horas de conducción temeraria. Galicia ahora está a mano, pero sin dejar de estar a la distancia justa para conservar espacios en los que hallar la paz.

Tenemos un país que es una obra de arte. Un Pórtico de la Gloria de la naturaleza, verde y azul. Insisto: no miren al cielo. Si no llueve, estarán en Galifornia. Si llueve, disfrutarán del merecido refresco que les faltará en verano. Galicia es lugar de fogones, para estómagos satisfechos. Imposible cocinar mal cuando se tiene la mejor materia prima. Da igual que sean de carne o de pescado, o de los dos. Vengan con los cinco sentidos y se desplegará el sexto sentido, el que tienen más olvidado: el sexto sentido de la tranquilidad. Qué gozada, gozar. En Galicia descubrirán que la cerveza se llama una Estrella, como las del cielo. No olvidarán su amargor justo. En Galicia sabrán que el periódico se llama La Voz. Ojo, para el que quiera ciudad y ciudades, no les faltarán. Pero antes de llegar a ellas, descubran por favor las villas. Las hay de todos los tamaños. Son inolvidables. Vivir en el tamaño justo de una mano en cascos viejos que saben a siglos. Y, sí, están las ciudades. Para los que quieran bullicio, durante el día y durante la noche. Marcha para los que quieran dormir con los ojos abiertos en garitos donde suena la mejor música, la de las almas alzadas cuando nos dan las tres y las cuatro. No nos dejen de lado en sus planes de ocio aunque estemos a un lado de la Península. Galicia es Portugal con una hora más, como si de verdad estuviésemos en España, aunque somos completamente diferentes. Atrévete a probarnos.