Rábanos

Carmen Reija
Carmen Reija FARMACÉUTICA Y DIVULGADORA SANITARIA

OPINIÓN

ALVARO BALLESTEROS

12 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Botánicamente, los rábanos se denominan Raphanus sativus y pertenecen a la familia de las crucíferas, existiendo variedades de diferentes colores (rojo, amarillo, rojo y blanco, y negro) y distintos calibres, con diversos nombres. Actualmente se cultivan en invernaderos durante todo el año.

A nivel nutricional, el rábano es un alimento con un bajo aporte calórico. Presenta un alto contenido en agua (aproximadamente el 95 %) y proporciona vitamina C, pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, minerales (hierro, potasio y fósforo), proteínas, fibra, antocianinas y compuestos azufrados (especialmente glucosinolatos, que le confieren sabor picante).

Entre sus propiedades destaca que el rábano en crudo, al contener vitamina C, se considera diurético y desintoxicante, pues elimina toxinas y residuos; y siendo bajo en calorías y rico en fibra se convierte en un alimento idóneo para quienes presentan problemas con el peso.

Los rábanos resultan muy versátiles en la cocina, pudiendo ser consumidos directamente en crudo, lavados y pelados (si así lo desea) para poder aprovechar su textura crujiente cuando están frescos. Pueden consumirse enteros, cortados en mitades o cuartos, laminados muy finos, picados o rallados para añadirlos a una ensalada o utilizarlos como aperitivo. También se pueden saltear, asar, hervir o freír y las hojas emplearse en revuelto o menestra. Si le molesta el sabor picante que presentan puede pelarlos y aliñarlos con zumo de limón y aceite para rebajar la intensidad del sabor.

Pueden igualmente emplearse como guarnición de cremas y sopas frías (como el gazpacho), en forma de crudités (cortados en tiras y acompañando a humus y guacamole, por ejemplo), o integrados en salsas, a las que añaden un toque diferente (como la mahonesa).

A pesar de que su consumo no suele presentar complicaciones, algunos especialistas señalan que consumir rábanos en alta cantidad podría provocar irritación del tracto digestivo y gases. Asimismo, algunas personas podrían ser intolerantes al rábano y presentar alteraciones tras su ingesta.