
La reciente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos está suponiendo el inicio de un nuevo tiempo de incertidumbre geopolítica. Sus primeras decisiones basadas en sus políticas de corte proteccionista en materia comercial y su particular concepto de las alianzas internacionales están obligando a Europa a redefinir su papel en el contexto político y económico mundial.
Por primera vez en muchísimo tiempo, la Unión Europea parece tomar conciencia de su necesidad de caminar hacia una autonomía estratégica en todos los órdenes. La dependencia actual de EE.UU. en materia de defensa y tecnología ha quedado en evidencia y los líderes europeos comienzan a plantear respuestas a esta situación. La debilidad europea en materia energética es otro punto clave a resolver. Se empieza a hablar de una mayor integración en seguridad, de una política industrial más coordinada y agresiva y de un nuevo enfoque comercial hacia mercados emergentes que reduzcan la exposición a la imprevisibilidad actual que nos llega de Washington en esta nueva era Trump.
Más allá de la política, este cambio tiene, sin duda, implicaciones económicas de gran calado. Los mercados están reaccionando con importantes incrementos de la volatilidad ante un escenario de mayor incertidumbre, donde la rivalidad entre EE.UU. y China se intensifica y la UE debe de redefinir su posición en el tablero. En este contexto, los inversores buscan estabilidad y oportunidades en sectores menos expuestos a los vaivenes políticos.
¿Está Europa preparada para asumir un liderazgo más firme? ¿Volverá a acomodarse bajo el paraguas de Estados Unidos cuando los vientos cambien de dirección? La pregunta es si el viejo continente está capacitado para construir alternativas reales: mercados de capitales más sólidos, liderazgo en tecnologías estratégicas y una política industrial que impulse la competitividad sin depender de terceros actores. Lo que parece claro es que Europa ya no puede permitirse la pasividad estratégica que le ha caracterizado tradicionalmente. El momento de actuar es ahora.