Los otros pechos

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

En la puerta principal había daños por el óxido, que se corrijieron
En la puerta principal había daños por el óxido, que se corrijieron ALBERTO LOPEZ

03 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Es difícil encontrar en textos de la Edad Media la palabra pecho con el sentido de ‘parte anterior del cuerpo entre el cuello y el vientre'. Entonces se empleaba solo en plural, aunque con sentido singular, tanto para referirse al pecho del hombre como al de la mujer: «... metiól' la lança por los pechos» (Poema de Mio Cid, hacia 1140). Este pecho viene del latín pectus, pero hay pechos de otra etimología.

De pactum ‘pacto' procede pecho como nombre de un tributo que se pagaba al rey o al señor del lugar. En los siglos XIII y XIV también se usaba pecha con el sentido de ‘tributo o contribución'. Quien estaba obligado a pagar pechos era el pechero, término que también adquirió el sentido de ‘plebeyo'. En 1286, el año que vino a Santiago de Compostela, Sancho IV de Castilla convocó Cortes en Palencia y dispuso: «... e aquellos que yo posiere por cogedores que ellos coian el pecho por si mesmos; e que ayan los pecheros las liberdades e las merçedes que yo ffize alos de Gallizia».

Este pecho propició el nacimiento de nuevas voces, como pechería, que era el conjunto de toda clase de pechos y el padrón o repartimiento de lo que debían pagar los pecheros, y el verbo pechar. Este, como transitivo, es ‘pagar pecho': «Et pecharon a don Lope, que tenýa la tierra por el Rey, trezientos sueldos» (Libro de los fueros de Castiella, hacia 1284). Y como intransitivo, ‘apechugar o apechar, cargar con algo o alguien molesto': El colombiano César Rincón pechó con el peor lote. En algunos países americanos se usa hoy pechar con el sentido de ‘sablear, estafar'. Este verbo español pasó al portugués, idioma en el que significa ‘dar o recibir un golpe' y ‘pedir dinero'.

En España, los únicos pechos que se pagan hoy, que sepamos, son los que facturan las clínicas de cirugía estética. Y estos son pechos de pectus, no de pactum.

Pechamos con un tercer pecho, este de pestellus, diminutivo de pestulus, alteración —dice Corominas— del latín pessulus. Se usa en León y Salamanca como español y en Galicia como gallego. Es el pestillo o la cerradura, también peche y fecho en gallego: Colleu unha pedra para ver se dándolle no pecho cedía. Y es el origen de otro pechar, ‘cerrar'.

Lo dicho, pechamos.