La oposición y lo sustantivo

Xose Carlos Caneiro
xosé carlos caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

J.P.Gandul | EFE

19 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo sustantivo es aquello que tiene sustancia. Lo insustancial es lo contrario. En las últimas fechas hemos conocido parte de la mensajería que Pedro Sánchez se cruzaba con José Luis Ábalos. No es baladí el asunto por mucho que el Gobierno pretenda minimizarlo. La gente se queda con lo fácil, insultos e imprecaciones, y quizá no repara en lo fundamental. Y lo fundamental no son los adjetivos y las calificaciones que Pedro Sánchez regala a sus ministros o compañeros de partido. Eso carece de relevancia y así debe verlo la oposición, o sea, el Partido Popular y Vox. Lo relevante, lo sustantivo, es el daño reputacional que está recibiendo Sánchez.

Es, por lo tanto, un daño político que esta vez no va a ser capaz de atajar. Creo que el PP está entendiendo que por primera vez en siete años el sanchismo está contra las cuerdas. A punto de ser noqueado. De ahí el «váyase y convoque elecciones» que Núñez Feijoo pronunció en la última sesión de control al Gobierno. Un lema que no debe dejar de repetir. Porque no se trata únicamente de que la ciudadanía conozca el verdadero cariz de su presidente (sus calificaciones son impropias en alguien cultivado y que ocupe tan alto cargo), sino que lo contemple zaherido y sin solución posible. Y, como dije arriba, pienso que es la primera vez que ocurre.

La oposición, y principalmente el jefe de la oposición, debe insistir en lo sustantivo. La esencia. Y la esencia es que conocidas las andanzas de José Luis Ábalos, el presidente y el que fue su número dos mantenían una relación íntima e intensa. ¿Por qué destituyó a Ábalos como ministro? Quizá, aunque Ábalos lo niegue, porque conocía la cuerda floja por la que transitaba el ministro de Transportes. ¿Y por qué en el 2023 le reserva un puesto como diputado? Quizá, aunque Ábalos lo niegue, porque su puesto en el Congreso lo protegería. Diputados y senadores, recordemos, están aforados. Y estar aforado quiere decir que solo pueden ser sometidos a unos tribunales específicos y no a los que les corresponde en principio como a cualquier otro ciudadano. José Luis Ábalos está imputado en el Tribunal Supremo por cuatro presuntos delitos no menores. Y el desgaste que esto puede suponer para el PSOE es enorme. Diga lo que diga el CIS de Tezanos, al PSOE no le sonríen las encuestas. Y tampoco le sonríe una oposición que por fin se ha centrado en lo sustantivo: pedir la dimisión del presidente y la convocatoria urgente de elecciones.

Sánchez tiene piel dura. Y su vis escénica (el don de captar la atención del público y transmitir gran presencia en el escenario) es probablemente insuperable. Sin embargo, esta vez yo lo veo más acorralado que nunca. Creo que el PP no dejará pasar esta oportunidad y que apretará hasta la convocatoria electoral. Pero no puede perder de vista lo sustantivo. Todo lo demás será gastar el tiempo, tan valioso. Y el tiempo, a estas alturas, ya corre en contra del actual Gobierno.