«Se espera que haya indulgencia con grupos que expresan su apoyo a organizaciones terroristas como Hamás»

OPINIÓN

Kike Rincón | EUROPAPRESS

25 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Intolerancia en las universidades alemanas

Observo con inquietud cómo en muchas universidades de Alemania se está instaurando un clima marcado por la intolerancia, la radicalización y el chantaje moral. El actual espíritu progresista de izquierdas exige cada vez más a los ciudadanos una tolerancia hacia posturas que, en realidad, no merecen ninguna comprensión. Se espera que haya indulgencia con grupos antisemitas y extremistas que, bajo el pretexto de una supuesta «solidaridad pro-Palestina», expresan abiertamente su apoyo a organizaciones terroristas como Hamás. Lo que antes eran espacios de libre y respetuoso intercambio de opiniones y formación académica se están convirtiendo en campos de batalla política, donde activistas radicales dominan el discurso y presionan a quienes piensan de forma distinta. Resulta especialmente preocupante que estas tendencias parezcan ser ampliamente toleradas por las autoridades universitarias y los organismos estatales.

Recientemente presencié una imagen inquietante en Weimar, ciudad famosa por su legado cultural. Allí, en las paredes de la universidad colgaban grandes carteles de grupos comunistas y pro-palestinos, algunos con consignas radicales. Incluso un panel informativo de la ciudad, destinado a los turistas, estaba cubierto por completo de pegatinas y panfletos. En lugar de una atmósfera de hospitalidad cultural y apertura, uno se encontraba allí con una propaganda política unilateral y agresiva.

Este tipo de situaciones sobrepasan desde hace tiempo los límites de una cultura de protesta cívica y moral y ya no tienen nada que ver con la libertad de expresión. Más bien son prueba de un peligroso desequilibrio que debe corregirse con urgencia. No es admisible que precisamente en las universidades —los lugares donde los jóvenes deberían formarse como ciudadanos responsables — se toleren condiciones tan antidemocráticas e intolerantes. Michael Ayten.