Un gran borrón: ¿imposición de Génova al PPdeG?

María Pereira López
María Pereira López MIEMBRO DEL EQUIPO DE INVESTIGACIONES POLÍTICAS DE LA UNIVERSIDADE DE SANTIAGO

OPINIÓN

Álvaro Ballesteros | EUROPAPRESS

29 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo ha caracterizado la acción política del Partido Popular de Galicia, desde su nacimiento, es saber interpretar como ningún otro el sentir de los gallegos, y convertir ese sentir identificador en una férrea defensa de los intereses de Galicia.

Ser, como decía Fraga, el partido que más se parece a Galicia no es solamente una interpretación colectiva de la «galeguidade», es, también, la construcción de una manera de ser, obrar y pensar, en la que muchos gallegos y gallegas, que no comparten ideológicamente las posiciones populares, reconocen participar de una lectura común de lo que Galicia necesita en los más de cuarenta años de desarrollo autonómico que el PPdeG ha liderado con hegemonía.

Por eso resulta tan incompresible la posición de Rueda sobre el uso del gallego en Europa, porque rompe con toda la historia del PPdeG, y separa la posición de Galicia de la que tienen y tendrán las otras nacionalidades históricas a las que hacía referencia la Constitución.

No hay ninguna prioridad a la defensa de nuestra identidad, de nuestra presencia en Europa, porque nuestra lengua expresa lo que somos, nuestra existencia como pueblo, como país o como nación, igual me da.

Soy consciente de que escribo este artículo en castellano, porque esto no va de en qué hablo o escribo yo en cada momento, de si soy de izquierdas o de derechas, de si soy nacionalista o no; esto va de lo que somos colectivamente, señor Rueda, va de qué huella queremos dejar de nuestro paso para las generaciones futuras, y no tenemos derecho a perder esta oportunidad.

No me cabe en la cabeza que el presidente de la Xunta de Galicia ponga trabas a la presencia del gallego en Bruselas, no solo porque rompe con la herencia popular en Galicia, sino porque una decisión como esa rompe Galicia, nos polariza a todos.

Es un error, ni a Rueda ni al PPdeG esta decisión le ofrece rendimientos tácticos ni estratégicos, más bien serán otros partidos en Galicia los que se alimenten de esta decisión, aunque el PP la explote en el resto de España.

Por eso, únicamente cabe pensar en una imposición de Génova, en cuán rentable le puede ser a los populares madrileños esta decisión, en cómo podrán usarla en su estrategia contra el PSOE y su alianza con los nacionalismos periféricos; solo eso puede explicar, a día de hoy, la posición del PPdeG.

Es una decisión histórica, de las que marcan un tiempo en el que la división y las estrategias políticas nos impidieron pensar colectivamente, nos llevaron a elegir a nuestros partidos por encima de nuestro pueblo, un gran borrón.