Apocalipsis en el Retiro

Eduardo Riestra
Eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

VÍCTOR LERENA | EFE

02 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo tiene la feria del libro de Madrid, que despierta la ira de los dioses. Esto no es de siempre. Yo creo que empezó en tiempos de la pandemia. Es más, yo creo que los dioses enviaron la pandemia para cerrar la feria, pero decidieron extender el mal por todo el orbe para disimular. Después ya todo fue una guerra sin cuartel. Antes había una tradición, digamos, entrañable: la feria se inauguraba bajo la lluvia, y eso a los feriantes de esta Galia feroz nos hacía sentirnos como en casa. Era un detalle cariñoso. Pero en los últimos años la lluvia se volvió diluvio, las tormentas desgajaron ramas y arrasaron terrazas, los rayos y truenos desataron hecatombes. Y finalmente, este fin de semana, un calor infernal ascendió del averno, para deleite de la Agencia Estatal de Meteorología y el Ayuntamiento de Madrid, que gustan del catastrofismo y la evacuación. Entre tanto los libros, que son pacientes, que llevan esperando su lector desde que existe la imprenta —porque antes, cuando eran manuscritos, los tenían Alejandro el Grande y Fray Guillermo de Baskerville—, mantienen un talante parsimonioso e indiferente. Guardan silencio —¡si los libros hablaran!— y aguardan que los lectores se abran paso como Odiseo por el Ponto o como los marinos que cruzaban el cabo de Hornos con la vela cazada en los siglos de los naufragios. Como el abuelo, por ejemplo, de Lord Byron. Y nosotros, los editores y los libreros, mantenemos el tipo como viene haciendo desde hace tanto la torre de Hércules.