El mar de ardora

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

ANA GARCÍA

07 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«La Voz ha sido el único periódico gallego que levantó francamente bandera pro ardora», se decía en estas páginas el 11 de marzo de 1911. La cita corresponde a uno de los muchos artículos e informaciones que se publicaron sobre un grave conflicto entre pescadores gallegos en los primeros años del siglo XX a causa de la pesca á ardora. De no haber quedado obsoleta aquella arte de pesca con la llegada de artilugios electrónicos, muchas embarcaciones estarían saliendo estos días a la mar en busca de sardina guiándose por la ardora para dar con ella, pues ya se han visto las primeras ardentías de la temporada en playas y aguas costeras gallegas.

El mar de ardora es una fosforescencia nocturna causada por ciertos dinoflagelados, unos organismos microscópicos bioluminiscentes. Juan José Delgado menciona la ardora como ardentía y habla de su relación con la pesca al describir el peje mulier en la historia de Filipinas que escribió en 1754: «Nada velocísimamente con las dos aletas y cola, dejando en la mar asaz larga estela y ardentía, de suerte que por ella conocen los pescadores la presencia del famoso y apetitoso duyong, y van á pescarlo con fisgas y embarcacioncillas pequeñas y ligerísimas». Los ingleses empezaron a hablar en aquella época del milky seas, que veían en el Índico.

Ardora y ardentía se emplean tanto en gallego como en castellano, aunque más en la primera lengua. El diccionario de la Academia Española recoge las dos, pero no relaciona una con otra. Así, de ardora dice que es la «fosforescencia del mar que indica la presencia de un banco de sardinas», y define ardentía como «especie de reverberación fosfórica que suele mostrarse en las olas agitadas y a veces en la mar tranquila». Sí las da como sinónimas el de la Academia Galega. Ardentía se emplea también en ambos idiomas con los sentidos de ‘sensación de calor intenso' y de ‘ardor de estómago'.

Varios diccionarios relacionan la ardora con la sardina o su movimiento, pero al no mencionar los microorganismos pueden llevar al lector a concluir que son los peces los que despiden luz o, en otro caso, que esta es solo el reflejo de la luna en el agua agitada.