Nunca un programa que interesara menos al público había generado en tan poco tiempo tantos titulares como los que ha protagonizado La familia de la tele. Si alguien atiende al ruido que ha rodeado al casi extinto derivado de Sálvame en Televisión Española podría llegar a pensar que se trata de una apisonadora que arrasa entre la audiencia. Sin embargo, su presencia ha sido casi transparente para los espectadores de la cadena pública, donde generó expectativas muy superiores a los resultados. «Lo hemos intentado y no se ha podido», sentenció Aitor Albizua en el penúltimo programa, encarando ya la despedida. Otros presentadores y colaboradores revelaron este martes la tensión máxima en la que han vivido durante sus seis semanas en antena, desayunando cada mañana con unas cifras de seguimiento peores que las del almuerzo anterior.
TVE creía poder demostrar que Mediaset se equivocaba al haber desaprovechado todo el potencial acumulado durante años por María Patiño y su equipo para transformar todo lo que tocaban en oro televisivo. En pocos días se cumplen dos años desde que se emitió el último Sálvame, que fue cancelado por sorpresa, pero después de haber iniciado un prolongado declive de espectadores. La insistencia de TVE en intentar salvar el formato ha acabado refrendando a Telecinco.