Vamos tarde

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

21 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos analistas apuntan que los cambios de gobierno en España se producen por la corrupción o por la economía. A la izquierda solo la echan los malos datos económicos y a la derecha, cualquier grado de corrupción que se perdonaría a la izquierda. Esta teoría parece discutible con los datos de nuestra breve historia democrática. Pero hay algo de verdad en ella: las trapacerías de la izquierda solo se castigan cuando ya se han convertido en un problema en las cuentas. Entonces sí, entonces se llama a la derecha. Pero solo entonces.

Pienso que Pedro Sánchez también lo cree. De ahí que siempre que estalla un escándalo se queje de que nadie habla de que «España va como un cohete». Hay un problema, sin embargo: la percepción de corrupción empeora casi de inmediato los índices de crecimiento. Y al revés, a medida que la corrupción disminuye, el PIB per cápita crece. Suelen darse muchas razones para esto: que la corrupción desincentiva la inversión, que eleva el costo de emprender, que malgasta recursos públicos, que fomenta la economía sumergida y agrava la desigualdad, que genera inestabilidad y debilita la confianza, etcétera. A largo plazo, la corrupción es implacable. Mata cualquier riqueza.

Quizá, según Sánchez, la corrupción esté en todas partes. Supongo que hunde sus raíces en el rechazo de ciertos fundamentos morales. En las mediciones disponibles de corrupción percibida hemos perdido puestos todos los años de este Gobierno. Y desde que se ha adueñado del Banco de España, del Instituto Nacional de Estadística, del CIS y de otros medidores de la marcha económica y las inquietudes de la gente, ni siquiera podemos estar seguros de cómo vamos. Pero sí de la que nos espera.