El señor Eolo está perplejo

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

ALBERTO LÓPEZ

03 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Un viento sin inversión no tiene valor. Colón, Magallanes o Elcano, sin los vientos no habrían podido completar sus sueños, hipótesis y certezas. Tampoco los balandros y motoveleros hubieran dado servicios en nuestros mares, ni el gran negocio multinacional de la trata de esclavos se habría consumado. Ahora, los procesos de descarbonización, los fondos públicos y los desarrollos tecnológicos dominadores del viento propician poner en valor los vientos gallegos. Su valor está intermediado por leyes, normas y resoluciones. Un enjambre denso, que se complica cuando se multiplican y diversifican las administraciones y se acude al poder judicial, hasta alcanzar al europeo.

Pero las historias del valor del viento en Galicia son complejas y misteriosas. Todo empezó en el 2009 con la anulación del concurso eólico del Gobierno de Touriño, que había adjudicado más de dos mil megavatios. Más reciente es la moratoria gallega de un año y medio para la aprobación de los parques en tramitación y el contencioso con el Gobierno de España respecto a los parques de su competencia. Y ya en el 2024, benditas leyes de acompañamiento, se modifica de nuevo la normativa que regula el aprovechamiento eólico de Galicia. Incluso pareciera resolverse el contencioso con el Gobierno de España al reconocer la Xunta que son competencia de Transición Ecológica los parques que superen los 50 megavatios, si bien con informe medioambiental de la propia Xunta. La Asociación Eólica de Galicia ha afirmado que en Galicia se instalaron «en los últimos cinco años 171 megavatios, frente a los 6.000 de España, descendiendo la potencia eólica gallega un 4 % respecto al total de España entre el 2010 y el 2024, reducida al 12 %.

Recientemente —apagón de 2025—, Transición Ecológica, en su decreto de ahora mismo, parece resolver flecos y problemas propios de Galicia relativos a parques paralizados en vía judicial, deteniendo su contador de tiempo, o simplificando la tramitación de mejoras, potencia y eficiencia, de instalaciones ya existentes, su repotenciación. Al parecer, unos cinco gigavatios estaban en peligro por caducidad de autorización al no lograr en plazo su puesta en marcha.

La perplejidad de Eolo, el señor de los vientos, y de sus allegados, alcanzó el paroxismo cuando, luego de conocer la actitud de la Xunta ante las decisiones judiciales que paralizaron 80 parques de su competencia por cuestionar su tramitación, incluida la ambiental, tiene noticia reciente de que la propia Xunta, también su Medio Ambiente, paraliza cinco nuevos parques de más de 50 megavatios competencia estos del Gobierno de España, al emitir sobre ellos un informe medioambiental negativo.

Eolo, protector de los vientos, confuso por todo ello y por esa desigualdad tan lesiva ejercida sobre Galicia por este Gobierno central, se preguntaba a quién solicitar un informe medioambiental sobre aquellos vientos que administra en Galicia, donde en su misterio puede que nada suceda como aparenta.