Tres tristes tigres

Francisco Ríos Álvarez
francisco ríos LA MIRADA

OPINIÓN

Recreación de la escucha los audios del informe de la UCO de Koldo, Cerdán y Ábalos
Recreación de la escucha los audios del informe de la UCO de Koldo, Cerdán y Ábalos EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

05 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay presunto infractor de la ley al que se le atribuya algo mínimamente gordo, y no hablemos ya de aquel sobre el que pesa una buena sentencia firme, que carezca de un alias. El Pulpo, el Cobra, Judas, la Mosca, el Negro, el Marqués, Chino... La principal utilidad de los apodos estriba en que permiten identificar a las personas con una brevedad que no tiene una sucesión de nombres y apellidos. La ventaja se extiende a los apodos colectivos. Por ello se busca uno para los tres tristes tigres que comían trigo en un trigal y ahora llenan las páginas de los periódicos.

Periodistas y políticos se afanan, por ahora infructuosamente, en dar con un nombre de grupo en el que encajen Koldo, Ábalos y Cerdán. Se ha hablado del trío de la bencina, que rima con trío de la rapiña, que ya hemos visto en estas páginas. El trío de la bencina es el título de la versión española de una película alemana de 1930, en la que tres amigos arruinados venden lo poco que poseen para hacerse con una gasolinera. Pero cuando el negocio despega, surge otro problema: los tres se enamoran de la misma chica. Aquella expresión se ha venido empleando para referirse a tres personas con un proyecto común. A veces, también despectivamente.

Hay quien ha nombrado a nuestros hombretones como el trío calaveras, usando ese calavera con el sentido de ‘hombre disipado’. No hay que ver relación alguna con el Trío Calaveras, con mayúsculas, cuya primera versión nació en 1931, cuando tres alumnos de Medicina de la Universidad Autónoma de México se presentaron a un concurso musical con ese nombre porque el símbolo de su facultad era una calavera. Cambiaron los miembros del grupo, que se profesionalizó y se hizo mundialmente famoso con muchas canciones que aún se recuerdan. Pero los integrantes del trío que hoy ocupa amplios espacios en los medios de comunicación no acaban de decidirse a cantar su amplio repertorio, aunque cualquier día...

Cuando nuestro terceto se amplíe por la mínima, sus integrantes pueden pasar a ser los cuatro jinetes del apocalipsis. Porque el Apocalipsis, este con mayúscula, también era conocido como el Libro de las Revelaciones.