La vacuna del herpes zóster también es para tu visión
OPINIÓN

Debemos vacunarnos de herpes zóster. Razones, muchas. Una de cada tres personas padecerá esa enfermedad, de ahí que sea esencial tomar medidas para prevenirlo, especialmente en edades avanzadas. La incidencia anual reportada en población inmunocompetente mayor de 50 años es de 3 a 5 casos por cada 1.000 personas, incrementándose progresivamente con la edad. Para los oftalmólogos es una gran noticia que exista esta vacuna y que esté disponible para su administración, especialmente entre la población de mayor riesgo, ya que la afectación ocular del herpes zóster puede dejar secuelas importantes en la vista.
Curiosamente, no es algo que se conozca mucho, de hecho, cuando se habla de herpes, la primera imagen que se nos viene a la cabeza es la de un sarpullido en la comisura de la boca. Pero esta afectación puede darse también en los ojos, siendo más frecuente de lo que se puede pensar, sobre todo en las personas de más de 50 años con un sistema inmune más debilitado, que hace que puedan desarrollar complicaciones oculares por virus que pueden tender incluso a la cronicidad.
Dicho esto, me gustaría recordar que el herpes zóster ocular es una infección causada por el virus de la varicela, por tanto, todas aquellas personas que la hayan pasado son más propensas a sufrir esta enfermedad. Y aunque acostumbra a presentarse como una afectación cutánea, puede comprometer la córnea y conjuntiva, producir inflamación de la úvea que puede dar lugar a un glaucoma secundario y podría afectar al nervio óptico pudiendo perderse visión. Su gravedad dependerá de la parte del ojo que se vea afectada. Si lo que se ve comprometido es la piel del párpado o la conjuntiva no suele dejar huella, sin embargo, si tiene lugar en la córnea o en la úvea-retina, sí pude dejar secuelas visuales importantes.
Tratar estos cuadros oculares supone administrar antivirales orales, tratamientos tópicos y corticoides para combatir su efecto antiinflamatorio. En casos graves de afectación de uveal es necesario ingresar al paciente para administrar tratamiento antiviral intravenoso o incluso puede ser precisa la inyección del tratamiento directamente en la cámara vítrea.
En España se diagnostican entre 150.000 y 200.000 casos de herpes zóster cada año. Es más frecuente cuando bajan las defensas. Y eso puede ocurrir como consecuencia de ciertas enfermedades o, sencillamente, como consecuencia del paso de los años. Especialmente a partir de los 50 o 60 años, que es cuando se produce una pérdida de inmunidad asociada a la edad. Esta es más intensa en mujeres y en personas con enfermedades crónicas como diabetes, respiratorias, renales o del corazón. Evitarlo está en nuestras manos. La vacuna frente al herpes zóster se ha demostrado muy efectiva para prevenirlo, además de que la duración de su protección es elevada. Y no solamente esto, sino que un estudio publicado a comienzos del mes de abril acaba de proporcionar evidencia de un efecto preventivo o retardante de la demencia gracias a la vacunación contra el herpes zóster. Por ello, los oftalmólogos debemos recomendar encarecidamente que los pacientes de 50 años o más, y que no presenten contraindicaciones, se vacunen y colaborar en este cometido con los médicos de atención primaria y otros profesionales de la salud. Estoy convencido de que la promoción de la vacunación por parte de los oftalmólogos puede desempeñar un papel clave en el incremento futuro de las tasas de vacunación buscando el efecto positivo en la salud general y visual en particular.