
Una vez que se acepta el cargo se asume la carga de representar a todos. No se pueden separar. Goretti Sanmartín tomó la decisión correcta: anunciar su presencia en los dos actos de entrega de las medallas de Galicia, el de hoy a Leonor y el del día 24 a los demás premiados. Cuando conoció el escrache que Galiza Nova busca ejecutar contra la princesa, dio marcha atrás y optó por no ejercer como alcaldesa de todas y de todos. Goretti antepone la ideología a la institución que representa.
Ser la alcaldesa de la capital de Galicia no es un tema menor. Sanmartín aseguró que «unha distinción non debería utilizarse para branquear a monarquía cuestionada social e politicamente». Las encuestas más recientes dicen todo lo contrario. Con Felipe VI, la monarquía goza de buena salud y su altura moral tras los sucesos de Paiporta está fuera de toda duda. Unha mágoa.