Jumilla y los verdaderos incendiarios

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

Dos hombres de origen marroquí, en el barrio de Nuestra Señora de Fátima de Jumilla
Dos hombres de origen marroquí, en el barrio de Nuestra Señora de Fátima de Jumilla Marcial Guillen | EFE

08 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay verano sin intentos de la ultraderecha de aumentar el odio en nuestra sociedad. Los amigos de Trump no destacan por su amor al trabajo, pero sí por cierta habilidad para alporizar y polarizar a la opinión pública, sobre todo en las redes, con un ejército de bots y de activistas cobardes, de los de banderita, insignia azul y seudónimo.

Son pirómanos. Incendiarios. Sus mensajes siempre son negativos, nunca positivos. Están empeñados en criminalizar a la inmigración (la misma que permite sostener la economía y los niveles de población), en exagerar cualquier problema que pueda existir y en dar soluciones populistas, tan aparentemente fáciles como ineficaces.

Todos vimos lo que intentaron hacer en Torre Pacheco. Y ahora en agosto hemos visto lo que han aprobado en Jumilla, Murcia. Para castigar y estigmatizar a los musulmanes, Vox (con la complicidad o la torpeza del PP local) ha logrado la prohibición de cualquier tipo de actividad religiosa en las instalaciones deportivas municipales. Es una barbaridad. Hasta los obispos de la Iglesia Católica han salido en tromba a criticarla, poniendo el acento en la «discriminación» y en la defensa de los «derechos fundamentales». ¿Y la libertad? La de los ultras incendiarios, muy bien. La de los ciudadanos, no tanto.