En la legendaria película Casablanca, el capitán Renault, interpretado por Claude Rains, exclama con gran cinismo: «¡Qué escándalo, qué escándalo, he descubierto que aquí se juega!»; esa famosa frase se pronunciaba dos segundos antes de que el jefe de sala le entregase un fajo de billetes: «Sus ganancias, señor».
Ahora nuestra sorpresa es extraordinaria cuando vemos que los racistas y fascistas de Torre Pacheco, no todo el pueblo, claro, se comportan como tales: ¡qué escándalo, quieren matar a los inmigrantes! Yo no entiendo mucho de peleas, pero si te pones un pañuelo para tapar la cara y llevar un cuchillo me da la impresión de que no vas de pinchos.
Claro, para templar el asunto Feijoo ya ha dicho que «ser inmigrante no te da derecho a delinquir»; claro, solo puedes hacerlo si no eres inmigrante. Mientras, el jefe de Vox, su socio en Murcia, ha afirmado que «decir la verdad no es odio, lo que sí es odio es lo que hace la izquierda. Pertenecer hoy al Partido Socialista o a Podemos es el mayor delito de odio contra la Región de Murcia»; ahora entiendo por qué se llama portaVox.
Sin embargo, me ha gustado que algunas cadenas hayan mantenido la conexión mientras las bestias insultaban a una periodista. Nadie le ha dicho que miente, que es manipuladora o que le paga el oro de Moscú. Todo han sido insultos asquerosos y machistas: «Hija de p.», «a ti te daba yo lo que necesitas» o «estás todo el día arrodillada». Qué machismo más edificante.
Después, en un ratico libre, han ido a destrozar un kebab; han supuesto que era un potencial delincuente y le han amargado la vida. El propietario del negocio, bastante sensato, por cierto, a pesar de juventud, ha cotizado más a la Hacienda española que Santiago Abascal y Rocío de Meer, pero el origen de esa tipo de carne es de Irán, Pakistán, Turquía y la India y eso no lo podemos consentir.
El día que estos bestias lean un libro se enterarán que todo en Murcia es inmigrante: el limón del paparajote tiene su origen en el Himalaya oriental y las habas de los michirones proceden de Asia central. El gazpacho murciano tiene un origen complejo: es una mezcla de un conjunto heterogéneo de cosas, pero tan exquisita sopa reúne plantas inmigrantes de origen sudamericano y asiático —ojo, desde unisexuales a hermafroditas—, y simboliza la diversidad gastronómica. ¿Dejarán de utilizar el nombre del gazpacho en vano?
¿Y el zarangollo? El calabacín viene de Mesoamérica, ya sé que a los de la porra no les suena; y la cebolla de Palestina y la India, horror. Me olvidaba del aceite, cuyo origen mediterráneo se pierde en la noche de los tiempos, como los cerebros de los agresores de Torre Pacheco. Para que se hagan una idea, se han encontrado fósiles de hojas de olivo en depósitos en estratos rocosos del período Paleolítico Superior del Norte de África y en excavaciones de la Era de Bronce en España.
La existencia de los fascistas y racistas todavía está sin datar porque no existen neuronas, pero, como en Casablanca, en Torre Pacheco «se juega».