El placer incierto de unos mejillones

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

MARTINA MISER

05 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Parafraseo el título de un artículo de los Trojero en la revista Blanco y Negro donde se dolían de no poder tomar mejillones, el año último del siglo XX, en ninguno de los entonces cinco mejores restaurantes de Galicia. Veinticinco años después, la situación se parece.

Unos bivalvos apreciados en tiempos de Felipe II, que, a pesar de ser la especie que sitúa a Galicia y a España como el mayor productor de acuicultura de la UE, ni están ni se les espera en las políticas del mar. Recuérdese el último conflicto con la Xunta. Dos años después de reducir las zonas para semilla de mejillón de roca, la recolección de percebe fue de 230 toneladas, un 10 % menos que las 254 declaradas en el 2021, datos de Pesca de Galicia.

Tampoco fueron años buenos para el mejillón, con resultados de alarma en la ría de Arousa, sobre todo en su zona interna. Una situación nueva por las condiciones ambientales, incluidas las antrópicas, tan opacas.

De telón de fondo, los enredos entre las organizaciones mejilloneras, parte de su historia. Conviene recordar la creación de Pladimega, posicionada en ello la Consellería de Pesca (2006-2009), y el grave conflicto entre el mejillón y la industria en el verano del 2008, lo que llevó a una huelga de descargas ese verano, una gran conflictividad dentro del propio sector y un cierre patronal el 6 de octubre de las industrias conserveras (Anfaco). Cierre que forzó a reabrir las descargas de mejillón a los precios de siempre, ampliar la desunión mejillonera, que perdura, y la extinción de Pladimega, con denuncias recíprocas y sanciones de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) tanto para las asociaciones mejilloneras como para Anfaco. Un conflicto con graves errores, según reconoció algún dirigente de entonces.

Hasta esos años, el destino del mejillón era de un 65 % para industria y un 35 % para fresco. A partir de ese conflicto, y de los resultados del trabajo del grupo de bivalvos del IEO y el CSIC sobre mejillón sin desdoble (menos semillas por metro de cuerda y origen de la semilla: Revolución en la batea, 2 de abril de 1998, Juan Carlos Ortiz, La Voz de Galicia), el desarrollo del cultivo sin desdoble permitió ampliar los mercados internacionales de fresco, alcanzando las 48.000 toneladas en el 2023, frente a las 6.000 en el 2012. Fue precisamente el conflicto del 2008, y las debilidades que evidenció en las ventas, lo que potenció el uso de esa tecnología «sin desdoble», los mercados de fresco europeos y el cambio de destino de la producción mejillonera, donde la dependencia del sector industrial, que absorbía el 70 % de la producción —con descuentos en peso hasta del 20 %—, se invirtió a favor de los mercados de fresco, que hoy absorben más del 60 % de la producción, mientras la industria no alcanza el 40 %. Todo ello con una demanda europea en expansión que supera las 600.000 toneladas, cuando la producción de mejillón en Galicia no alcanzó estos dos últimos años las 180.000. Lo que desluce las expectativas para gozarlos.