María Pombo: Hitler quemaba libros

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

07 sep 2025 . Actualizado a las 09:39 h.

María Pombo no debe conocer a gente lectora a pesar de que afirma ser tataranieta de Concha Espina y familiar de un genio y premio Cervantes como Álvaro Pombo. En efecto, María, nadie es mejor que nadie por leer, por no leer, por nadar, por saltar a la comba, por lo que sea que no dañe a un tercero. Solo el que nada, por ejemplo, está más en forma que el que no nada. María Pombo, que es una influencer, afirmó sobre los lectores que «no sois mejores porque os guste leer, hay que superar que hay gente a la que no le gusta». No hay nada que superar, María. Todo fue consecuencia de mostrar una estantería de su casa que solo tenía trastos, objetos, sin libros. Y quiso alardear de su manera de utilizar una estantería para todo, menos para la cultura. Y le largó un zasca digital a los que, según ella, se creen superiores por leer. Por eso deduzco que ella no conoce lectores empedernidos. Los que leen como cosacos jamás se jactan de ello. Es imposible. Están envenenados de tinta y vacunados contra la intolerancia por lo mucho que abre la mente leer hasta los prospectos médicos. Ese es el primer efecto que siempre he observado entre los compañeros que fatigamos librerías como poseídos. Bendita locura. Puedes viajar y aprender, sin moverte de un sillón. Incluso, María Pombo, hasta está permitido leer tomando el sol en la playa. Un libro es mucho lo que da y muy poco lo que quita, salvo a mentes dementes o obtusas. Y las lecturas no se suman, se multiplican.

Ante las críticas, la influencer, que es básicamente una profesión que hay que respetar por el eco que tiene, comentó que algo sí leía. Y contó algunos títulos y pidió que sus seguidores le hicieran recomendaciones. Menos mal. Fue su leve forma de rectificar. Da igual que María Pombo lea o no. Es su problema. Lo que pasa es que un influencer es un anuncio humano, como aquellos pioneros que paseaban carteles y les pagaban por ellos, pero en su caso llega a más de tres millones de personas en una red social y a más de 600.000 en otra. Entonces puede hacer daño a quienes se creen sus publicidades como palabras bíblicas. Eligió un asunto espinoso. Además, me voy a venir arriba. Leer: está avalado por expertos en neurociencia, solo trae beneficios para el funcionamiento de la mente, y el funcionamiento de la mente es bueno hasta para los famosos, aunque ellos no lo crean. El cerebro es una esponja y solo el ejercicio de llenarlo de palabras hace maravillas con las tres potencias del alma: el entendimiento, la voluntad y la memoria. Claro que puede haber algún tipo que por leer o pasear libros se crea mejor, pero como hay imbéciles en todas partes. Al lector vicioso de verdad jamás se le nota. Solo logra una mirada amplia, como la que da la experiencia o la que aporta simplemente cumplir años y envejecer con xeito. Descalificar los libros es muy peligroso, María Pombo. Lo siguiente es utilizarlos solo para calzar muebles. O peor, pasar a quemarlos como hacía Hitler, para convertir a seguidores en fanáticos. El problema de las estanterías vacías es que suele generar cabezas vacías y esas son las más fáciles de manipular.