Vinicius: ¿Cómo acabar con el racismo?

Abuy Nfubea PERIODISTA Y ESCRITOR. PRESIDENTE DE BLACK JOURNALIST ASSOCIATION IN EUROPE

OPINIÓN

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

08 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona a causa de los insultos racistas contra el futbolista del Athletic Iñaki Williams, por los hechos acontecidos en un Espanyol-Bilbao, condena al seguidor periquito que en enero del 2020 realizó sonidos de primates contra el jugador afrovasco. Le impuso 1.080 euros de multa, un año de cárcel, la prohibición de trabajar en el ámbito deportivo y acceder a estadios de cualquier categoría durante dos años. Desde la muerte de Franco es la primera sentencia contra el racismo en España, una gran victoria desde el sunami social tras el asesinato de Lucrecia Pérez o la repatriación del negro de Banyoles.

El verdadero autor intelectual de esta victoria no es Williams ni la fiscalía de delitos de odio, ni la federación, ni Javier Tebas, sino el jugador del Real Madrid: Vinicius. Es el mayor referente del avance de la lucha antirracista en la iberofonía tras Benkhos Biohó, Atanasio Ndong, Evaristo Estenoz o Mbolo Etófili. A pesar de la crisis de la élite negra y la proliferación de deportistas y celebridades Tío Tom, Vini, despertó la conciencia negra adormecida durante siglos de esclavitud, colonialismo, apartheid y ahora migración. Donde el Injuve, CJE y el Ministerio de Igualdad fracasaron con jóvenes no blancos; Vinicius triunfó. Con su actitud cimarrona, ilusionó, empoderó y dio esperanzas a los hijos de obreros migrantes multiculturales, de clases populares condenadas al perfilamiento racial y al consumismo.

Vinicius contribuyó a consolidar un discurso y pedagogía anticolonial inédita. Narrativa cuyo imaginario nos inspiró a trabajar en una merecida biografía de este gran futbolista brasilero continuador de Abidias, Hamilton Borges, Mohamed Ali, Jesse Owens, Craig Hodges, John Carlos, Tommie Smith, Ana Peleteiro, Anelka, Congo, Cunningham o Samuel Eto’o.

Nunca antes alguien despertó tanto odio en la opinión pública española. Porque en la era de Vox y otros profesionales reconocidos desenmascaró la pretendida normalización de la negrofobia, haciendo que el debate del racismo dejara de ser un tabú y fuera un debate social, cuyos precedentes están en la participación de Remedios Amaya en Eurovisión. Para las familias negras el racismo es una experiencia infernal propia de una sociedad injusta, abyecta e inmoral. Para los que tenemos hijos negros deportistas de la edad de Vini, durante su infancia hemos soportado, domingo tras domingo, en los campos de España, la negrofobia como norma y no como excepción con el silencio cómplice de la federación, prensa y árbitros, quienes nunca reflejaban en el acta la violencia racial. Algunos de estos adolescentes, hartos de impunidad, en búsqueda de constituirse en sujetos, sufrieron cuadros depresivos y acabaron quitándose la vida. Como mi primo Gregori, defensa central juvenil del Valencia.

Vinicius es el Foucault, Luther King, Malcolm X, Fanon: es el psiquiatra social de los 200 millones de negros que hispanohablantes. Él demostró que el racismo en el fútbol es la expresión mínima (punta del iceberg) de un argumento social mucho mayor, cuyo poder es tolerable mientras su funcionamiento permanezca oculto.