El boniato

Carmen Reija
Carmen Reija FARMACÉUTICA Y DIVULGADORA SANITARIA

OPINIÓN

Maruxa Alfonso

18 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El boniato fue traído a Europa por Cristóbal Colón desde Haití, donde lo llamaban batata. Tiene un sabor intermedio entre la patata, la zanahoria, la castaña y la almendra, con un toque dulce que recuerda mucho el sabor de la zanahoria y la calabaza. Actualmente se ha convertido en un alimento muy apreciado por los consumidores.

El boniato es un tubérculo que botánicamente se denomina Ipomoea batatas. Es una planta trepadora originaria de climas cálidos. Su mejor momento de sazón se localiza entre otoño e invierno.

A nivel nutricional es importante destacar que no engorda y se considera un alimento equilibrado. Presenta un alto contenido en fibra, hidratos de carbono (almidones complejos y azúcares simples), aminoácidos esenciales (especialmente metionina), provitamina A en forma de betacaroteno, vitaminas (E, C y del grupo B) y minerales (manganeso, hierro, potasio y cobre).

Entre las propiedades atribuidas al boniato, destacaría su capacidad antioxidante debido a que contiene betacaroteno, fenoles y flavonoides. También se considera desintoxicante por la presencia de glutatión, un compuesto antioxidante, desintoxicante y potenciador de la actividad de otros antioxidantes (como la vitamina C y E) y manganeso (que forma parte de una enzima que protege al organismo de la acción de los radicales libres).

Si va a comprarlo se recomienda elegir un boniato con la piel en buen estado, sin golpes ni magulladuras. Debe ser firme y tocarlo con cuidado, sin golpearlo. Para su conservación se recomienda no mantenerlo en bolsas de plástico y guardarlo en un lugar húmedo, ventilado y fresco, donde podrá mantenerse en buen estado durante una semana.

Normalmente, se asa o se cuece entero y con la piel, que después se elimina, aunque también puede pelarse previamente. Es posible elaborar numerosas recetas con boniato. Sopas, cremas, en ensalada, tortillas, revueltos, con legumbres, en potajes, como relleno de verduras (calabacines o berenjenas, por ejemplo), empanadas, crepes, buñuelos, croquetas, quiches y postres.