El PP «voxea», el PSOE zurdea

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

23 sep 2025 . Actualizado a las 12:23 h.

Esa metadona que son las encuestas para que los estrategas se entretengan dicen que un millón de votos del PP se está fugando a Vox. Esos datos vuelven locos a los spin doctor de los laboratorios políticos. En el PSOE aplauden con las orejas. La sola amenaza de un crecimiento brutal de Santiago Abascal y cierra España les pone en bandeja la campaña, cuando lleguen las elecciones. El trazo grueso socialista dirá: si dejamos ganar al PP —que no sabe lo que es— y al ultra Vox, adiós a los derechos y las libertades. El fin del mundo. En Ferraz han filtrado que Sánchez está dispuesto a ser el más rojo de los rojos. El más zurdo de los zurdos. «Hasta las barricadas si es necesario». Un tipo astuto el presidente. Ya que Sumar y Podemos van al desastre separados y no se reconciliarán, el PSOE puede ser el Frente Popular que lideró Azaña con éxito en febrero del 36 y presentarse como la única papeleta de izquierdas, el voto de la salvación contra los ultras. Aunque luego de aquel febrero, pasó lo que pasó. Yolanda Díaz tiene que dejar de sonreír y de perder votaciones por culpa de la derecha catalana y empresarial de Junts y decidir qué quiere ser de mayor. Puede desaparecer o ir como independiente en el PSOE, bajo la capa de súper héroe de Sánchez en ese bloque de izquierdas. Solo sería un cambio de partido más para Yolanda. Irene Montero es en esta película el maquis, solo que refugiada en el confortable Parlamento Europeo, no en el monte. Hace tiempo que no tiene futuro. En una nueva legislatura, Irene y Pablo, Pablo e Irene, se pueden dedicar a llevar a los niños al colegio privado. Este paso de Sánchez es muy hábil. Los deja a todos en fuera de juego.

 Pero incluso así el desgaste está ahí. Y el PSOE por mucho miedo que meta, igual solo salva los muebles.

Mientras el PSOE zurdea, el PP se ha puesto a «voxear». Otro error clamoroso. Feijoo es un líder de centro de libro. No vale para radical. Los populares han olvidado que su última mayoría absoluta la logró Mariano Rajoy, un señor de derechas que no tiene nada de ultra. Y la fabricó desde la moderación. Cierto es que esta España de hoy es distinta. Vox es un caballo de Troya que no deja de engordar. Demasiados jóvenes votan Vox o no votan. Pero me temo que ni Miguel Tellado hablando de fosas les va a salvar de esa derrama de votantes por la ultraderecha. Nadie elige a la copia, si tiene a mano el original. Cada vez que habla Tellado, sube Vox. Cayetana es otra cosa. Su discurso es el de una intelectual. Mucho nivel. La entienden cuatro. El PP «voxea» y terminará en la lona, en manos de los guantes de Abascal.

La batalla está en el centro y en los millones de pensionistas, a los que Sánchez les ha ido subiendo el sueldo como nunca nadie lo hizo. La pelea será en unas provincias claves por esos restos que darán el tercer diputado a Vox. Vienen curvas. Y Sánchez peleará hasta el último aliento. El PP apunta mal y llama a veces al muro que Vox quiere levantar en España y que Sánchez está deseando que lo hagan para convertirse en el salvador. Polarizar favorece al que divide y hoy quienes dividen este país son el PSOE, que hace tiempo que no es partido de Estado por sus pactos, y Vox.