Primeras elecciones «democráticas» en Siria

Yashmina Shawki
YASHMINA SHAWKI CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

12 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras aguardamos pacientemente la evolución de las negociaciones sobre el acuerdo de paz entre Israel y Hamás, no muy lejos, en Siria, se está valorando el resultado de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado 5 de octubre. La representatividad de los candidatos está siendo muy cuestionada aunque, en realidad, todo el proceso de supuesta democratización es muy controvertido. Y es que, tan solo el hecho de que el presidente interino de Siria, Ahmed Hussein al Sharaa, haya sido un terrorista yihadista buscado internacionalmente por sus crímenes de guerra no habiendo sido juzgado ni condenado por ellos, y que muchos de sus lugartenientes ocupen puestos relevantes en la nueva Administración interina, cubren con un manto espeso de duda la transición.

Más aún el hecho de que el sistema de votación sea indirecto, es decir, que sea un colegio electoral el que determina quiénes van a ocupar los escaños, y eso siembra dudas sobre la «limpieza» de los resultados. En el caso que nos ocupa, 6.000 subcomités regionales escogieron entre los 1.600 candidatos presentados, quienes van a ocupar 140 escaños mientras los restantes 70 serán nombrados a dedo por el presidente sirio. La provincia más poblada, Alepo, estará representada por 32 escaños, mientras que serán 12 en cada una los que hablen por el Rif Dimashq, Homs, Hama e Idlib. Damasco y Deir ez-Zor tendrán 10 asientos; Latakia, 7, y Tartus, 5. A las provincias administradas por kurdos, Hasaka y Raqqa, se les han adjudicado 10 y 6 escaños, respectivamente, mientras que al área de mayoría drusa de Suwayda le corresponden 3. De todo el territorio sirio, solo en las provincias de mayoría kurda como drusa no se han llevado a cabo las elecciones alegando motivos de seguridad y estabilidad. Esta exclusión, además del hecho de que solo el 4 % de los candidatos elegidos sean mujeres y haya solo 2 cristianos, suscita grandes dudas sobre la inclusividad del primer parlamento de la era post-Bashar al Asad.

Dada la diversidad étnica, religiosa y política de la población siria, excluir a una parte de la población, precisamente, los kurdos, que han sido cruciales para frenar el avance del Estado Islámico, además de no implementar el acuerdo de marzo pactado para reconocer sus derechos étnicos, no augura un avance pacífico hacia una democracia tras 14 años de guerra civil. La escasez de mujeres manifiesta su tendencia islamista y retrógrada, lo que nos hace temer una involución similar a la de Afganistán en la que la mitad de la población ha desaparecido de la faz de la tierra, literalmente.