Memoria de pez

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

OPINIÓN

Una joven observa ensimisma su teléfono móvil.
Una joven observa ensimisma su teléfono móvil. Halfpoint

13 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Es ya un gesto automático: poner algo en la televisión y agarrar el teléfono. Un scrolling infinito en una pantalla mientras en otra se van sucediendo personajes, localizaciones y tramas que, en alguna ocasión, traspasan la barrera para captar un mínimo de atención.

Hay una explicación científica para ese fenómeno de abrir el catálogo de una plataforma, escoger algo que parece absolutamente innovador y que los déjà vu empiecen a sucederse hasta reconocer que aunque había quedado en el fondo del cajón de la memoria, eso ya lo habíamos visto. Estamos haciendo trampas a los mecanismos que permiten fijar los recuerdos y, de paso, hurtándole al cerebro capacidad de atención y de concentración.

Para sorpresa de nadie, hacer botellón de series y tragarse cinco, seis, ocho, diez capítulos de una sentada no es algo demasiado recomendable en términos neuropsicológicos y al mismo tiempo se ha convertido ya en algo de lo más habitual. Quizá habría que pararse y pensar —qué ironía— sobre la necesidad de bajar un par de marchas y quizá así conseguir de nuevo ser capaces de ver una película (o un solo capítulo) sin la necesidad de continuos estímulos que apaguen esos otros pensamientos que asaltan cuando la calma debe llegar: si esto o aquello está en la lista de la compra o si hay que poner la lavadora.