Vox y la convocatoria electoral

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Chema Moya | EFE

13 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de mis asuntos predilectos es la reflexión en torno a Vox: su papel en la política española, sus excesos, su indisoluble unión con el destino de Pedro Sánchez. Este último contenido me ha perseguido durante los últimos años. Sostengo, y no me desvinculo de tal aserto, que el gran aliado de Sánchez es Vox. Ya el 11 de diciembre del 2018 expresé mi desafecto con Vox, el artículo se titulaba Refutación de Vox y sus predecesores. Sin embargo, el argumento que ahora me ocupa tuvo su estreno el 30 de abril del 2019, hace más de seis años: Vox, la gran obra de Sánchez. Ese titular podría encabezar todos los artículos que he escrito sobre este partido político. Cierto, es la gran obra de Sánchez. Al único que en verdad le interesa su existencia es a Sánchez. Y Sánchez depende de Vox, únicamente de Vox, para convocar elecciones. Está acorralado por la corrupción. Los presupuestos son una quimera. Las leyes fundamentales que lleva al Congreso no consiguen mayoría parlamentaria. Está en la cuerda floja. Cualquier otro gobernante en una democracia avanzada hubiese caído. A él lo sostienen sus socios. De manera inexplicable. Me gustaría saber cuál es la diferencia entre los sobres del Partido Popular y los del PSOE. Estos últimos, en realidad, eran más elocuentes: llevaban el sello y el emblema del puño y la rosa. Sus socios, que en tantas ocasiones ofrecen lecciones de higiene democrática, qué esperan para solicitar la convocatoria electoral. El dignísimo PNV de Aitor Esteban, ¿por qué se mantiene en silencio? (es difícil olvidar sus peroratas apoyando la moción de censura del 2018). Y la izquierda a la izquierda del PSOE, que por «genética» ofrecen una altura moral superior al resto de los mortales, ¿van a seguir sosteniendo a este presidente acosado por la corrupción? Lo sostendrán, que a nadie le quepa la menor duda. Sin embargo, esto no le preocupa demasiado a Sánchez. Ya dijo que si tiene que gobernar sin el Parlamento, gobernará. Él aguarda el momento para convocar elecciones. Y las elecciones solo dependen de Vox. Si Vox sigue subiendo en las encuestas, Sánchez convocará de inmediato. La campaña ya la tendrá diseñada. Será una nueva campaña del miedo: «¡Viene la ultraderecha!».

En sus previsiones, sin duda, está el hecho de que los votos de Vox son votos que arrebata al PP. Quizá se equivoquen. También será notable en sus pronósticos el hecho de que el voto de la ultraizquierda (¿hay quien piensa que en España solo existe la ultraderecha?) se agregará al PSOE. Por lo tanto, ya solo aguarda el momento. Y creo que está próximo. Le queda diseñar los presupuestos: los mejores de la historia, que nadie lo dude. Los rechazarán. Y con ese rechazo tendrá la excusa perfecta para desdecirse una vez más: las elecciones no serán en el 2027. Pero nadie convoca elecciones para perderlas. Solo una vez, con Aznar frente a González en 1996, un presidente fue desposeído del gobierno que ostentaba. Sánchez será el segundo.