El largo camino al Nobel

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

Nathan Frandino | REUTERS

21 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo que nos han vuelto a evidenciar los premios Nobel 2025 es lo larga que es la lista de espera. El de física, de hecho, no era esperado por los galardonados, tal y como evidenció un sorprendido John Clarke en la llamada telefónica que se le hizo justo después del anuncio público. Y es que el trabajo que ahora se les reconoce había sido realizado en 1984 (hubo casos más extremos: Roger Penrose, galardonado en el 2020 por su trabajo de 1965). En física tendemos a marcar como candidatos al Nobel a personas que han hecho contribuciones fundamentales en computación cuántica, pero es que en 1984 Clarke y sus colegas Devoret y Martinis no tenían en mente los bits cuánticos, ahora posibles gracias a ellos. Es el sino de muchas revoluciones en la ciencia: un descubrimiento básico puede generar a veces consecuencias poco imaginables.

En el caso de química, el primer trabajo que anunció las estructuras metalorgánicas (de Richard Robson) fue de 1989, aunque después Kitagawa y Yaghi completaron el estudio a finales de los años 90. Por cierto, de película la vida de Omar Yaghi, que llega al Nobel siendo un palestino que nació en Jordania, porque allí se habían refugiado sus padres en condiciones de miseria. En el caso de medicina, los trabajos clave fueron publicados entre 1995 y principios de los 2000. Y en el Nobel de economía, entre 1990 y 1992. Otra anécdota: uno de los galardonados en economía, el francés Philippe Aghion, es hijo de la fundadora de Chloé, la famosa cadena de moda y perfumería de lujo.