Puentes de la Raia

OPINIÓN

Santi M. Amil

21 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

España y Portugal están unidos por 22 puentes. Cada uno de su padre y de su madre. Los más evocadores están en Galicia y Extremadura. Hay un puente destruido en Olivenza sobre el Guadiana y un azud peligroso en Zarza la Mayor (Cáceres), tanto que varios conductores han muerto por cruzarlo con el Erjas crecido. En La Codosera (Badajoz), sobre el arroyo Abrilongo, está el puente internacional más corto de la frontera. Ahora es de madera, pero antes era una plataforma de hierro oxidado que la Guardia Civil retiraba y los vecinos reponían en otro punto para seguir haciendo contrabando. En Cedillo (Cáceres) está el «puente Cenicienta» sobre un embalse del Tajo: solo abre los fines de semana, se cruza la frontera entre turbinas y, si se llega el domingo más tarde de medianoche, hay que dar un rodeo de 120 kilómetros para cambiar de país.

En Galicia hay siete puentes: cuatro sobre el Miño y tres sobre el Trancoso o Barxas. Los del Miño son reglamentarios, funcionales, feos (Monção, Vila Nova de Cerveira, Melgaço), pero también está el de Tui, que tiene historia, belleza y leyenda: se le atribuye a Eiffel, pero lo diseñó en 1886 un ingeniero y diputado riojano llamado Pelayo Mancebo.

Los puentes ourensanos del Trancoso tienen más novelería. El de Ponte Barxas podría ser escenario de una escena de la Guerra Fría. Puro Chekpoint Charlie. Los otros dos unen la freguesía portuguesa de Cevide (Melgaço) con el lugar ourensano de A Frieira (Padrenda). Uno de ellos es el puente más raro y lindo de la Raia. Tiene forma helicoidal, es de madera y se levanta donde el Trancoso se une al Miño. Lo descubrí este verano y lo cruzaba para subir hasta el bar de Mário a beber un alvarinho llamado Aquí começa Portugal en el kilómetro cero de la Raia.