Periodistas

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

Borja Sánchez-Trillo | EFE

25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Me he acordado varias veces esta semana de lo que me dijo una persona a la que hice llorar en la primera conversación, no sé muy bien cómo. Unos días después nos volvimos a encontrar en una reunión y me dijo al final : «Esta vez no he llorado, ahora solo me falta perder las ganas de hacerlo». Me sentí como si me mirara en el espejo. Me pasa lo mismo con muchos asuntos, empezando por el deterioro progresivo del país. Y no solo el económico. Antes me consolaba con un comentario que escuché a un brasileño cuando le manifesté mis temores ante los efectos del entonces recién estrenado gobierno de Dilma Rouseff, sucesora de Lula después de sus primeros mandatos. Quiso tranquilizarme: «Esto ya no es como antes, dijo, ahora el país es más grande que el gobierno». Se refería a que ya disponían de una estructura social e institucional capaz de moderar cualquier impulso autoritario o partidista. Esta idea me consolaba, porque la sociedad civil española parecía más amplia y firme que la brasileña. Pero resultó una idea falsa, como se puede comprobar hoy en ambos países. Los únicos grupos que verdaderamente funcionan se reducen a dos: el crimen organizado y esa clase extractiva que se dedica a enriquecerse con dinero público y a desactivar cualquier contrapoder, institucional o no, que se lo pueda impedir. En nuestro caso, incluidos los de Europa, en los que tanto confié hace tiempo, y que parecen ahora perros mudos o ladradores-poco-mordedores.

Corregía el texto de una alumna y le pregunté si le seguía gustando cierta línea. Respondió casi en verso: «Ninguna frase me gusta si la miro mucho tiempo». Prefieren que no miremos nada mucho tiempo. Por eso van ahora contra los periodistas.