Elecciones a la vuelta del camino

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

SANDRA ALONSO

27 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia es difícil votar a la izquierda, pero hay gente que lo hace. Para ellos todos mis respetos y, de paso, mis condolencias. Porque no se llevan nada bien últimamente. Hablo de la izquierda que existe, porque la otra, Mareas, Izquierda Unida, Podemos, Sumar, o como quieran ustedes denominar al conjunto, no tiene visos de prosperar en un futuro próximo. La izquierda gallega actualmente es el sumatorio del BNG y el PSOE. Cuando uno sube, el otro baja. Y cuando el otro baja, el uno sube. En ocasiones dicen lo mismo. Y en ocasiones, lo contrario. No es fácil comprenderlos. Propongo un ejemplo: la AP-9. En la campaña electoral de las autonómicas del 2024, ganadas por el PP de Alfonso Rueda con mayoría absoluta, el PSOE y el BNG proponían lo mismo con respecto a la autopista que cruza Galicia: transferencia completa a la Xunta y peajes gratuitos. Fue una promesa electoral elocuente y con elocuencia la pasearon por todos los rincones. Hubo un momento, presumo, que ambas agrupaciones políticas pensaban que ni por asomo la mayoría absoluta estaría del lado del Partido Popular. Se equivocaron. La victoria de Rueda fue amplia, rotunda y memorable. Digo memorable porque en el 2024 el centroderecha gallego comenzó una nueva etapa y todos los comienzos, en la Galicia democrática, suelen durar años. También duraría el bipartito si no lo hubiesen tirado todo por la borda (y nunca mejor dicho). Digo que si supiesen nadar y guardar la ropa, y no ponerse a bailar con las personas mayores que viajaban en autobús, y tramitar los eólicos con sentidiño, y no repartirse los medios públicos como si fuesen una tarta, y que si guardasen las formas, aún estarían gobernando. Cómo olvidar aquellos momentos gubernamentales en que la parte BNG se levantaba y quedaba en las reuniones la parte socialista, o viceversa. Lo mismo que sucede ahora en España. Igualito.

La semana pasada Sumar, que forma parte del Gobierno, pidió la dimisión de la ministra de Vivienda. Es decir, una parte del Gobierno no está a favor del propio Gobierno: incomprensible. Esto no puede acontecer en ninguna democracia avanzada; en España sí. Si a esto sumamos que los de Junts, una vez más, dicen que se acabó el tiempo de Sánchez; y si añadimos, encima, que el BNG llama «hipócrita» al PSOE (sucedió el 23 de octubre en un comunicado oficial), intuimos que la legislatura que muchos presumen extensa y venturosa (Tezanos y sus quince puntos de ventaja del PSOE sobre el PP) será menos extensa y aciaga. Como una canción, The long and winding road, que cantaban los Beatles. El sinuoso camino que aguarda a Sánchez. Y en el medio, la AP-9. Los socialistas ni la transfieren ni la harán gratuita hasta las promesas de la próxima campaña electoral. El BNG, que vota en Madrid a favor de Sánchez, parece que va en serio. Aunque quizá se excedan en el calificativo: hipócrita. No se debe caer en el denuesto. Seamos corteses. Las elecciones están a la vuelta del camino.