«Black Friday» y «Cyber Monday»

Manuel Carracedo LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

María Pedreda

06 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La preocupación por defender nuestra identidad como país choca de manera frontal con la deriva que están tomando muchas de las fiestas y celebraciones que hemos ido adoptando de otras culturas, fundamentalmente estadounidenses, y que básicamente están unidas a razones comerciales, al triunfo absoluto del consumismo. Quizá deberíamos reflexionar al respecto.

No logro entender la preocupación de que la inmigración, esa «especie invasora», hará que perdamos nuestra identidad tratando de introducir sus ancestrales costumbres en nuestro país. La perdemos nosotros solos celebrando fechas inventadas por marcas comerciales de otras naciones como si fueran propias, especialmente importando producto norteamericano.

En España, el bum del Black Friday llegó en el 2012 de la mano de una gran cadena alemana. Con el paso de los años se fueron uniendo multitud de empresas, tanto nacionales como foráneas. Según un estudio realizado por NielsenIQ, en el 2024 la semana del evento duplicó la facturación semanal promedio en España. Ni tan siquiera sé si esta noticia es motivo de alegría.

Según el Observatorio Cetelem, en su Zoom de intención de compra dice que el gasto medio previsto por cada gallego en el Black Friday será de 301 euros, un 9 % más que en el 2024 (la media prevista por español es de 280 euros). El estudio dice que tres de cada cuatro gallegos tienen intención de hacer compras en el Black Friday y que más de la mitad de estas se harán por internet.

Por si todo ello fuese poco, qué mejor manera que alargar esta fecha para que la exacerbación del desenfreno consumista se pueda prolongar unos días más. Se crea el Cyber Monday y se genera durante viernes, sábado, domingo y lunes un estado de necesidad imperiosa de comprar.

Aportaré algún dato y no seré yo quien trate de frenar la economía española ni las ventas de nuestro comercio con motivo de una fecha tan nuestra como el Black Friday. Según la OCU, que lleva realizando estudios desde el 2015 tomando como referencia más de 15.000 precios diferentes, solo un 30 % de los productos bajaron de precio durante el Viernes Negro. Por el contrario, un 43 % fueron más caros. Todo parece indicar que detrás de estos chollos se esconde una subida en los precios finales.

El chollo no es tan chollo. Adicionalmente, esta fiebre compradora lleva unido un gran peligro que debemos conocer y tratar de prevenir. Los ciberdelincuentes están al acecho y aprovechan estos días —más que en cualquier otra época del año— para robar información personal de los usuarios u ofertar artículos tan atractivos que no existen y nos redirigen en algunos casos a páginas fraudulentas o que venden falsificaciones a unos precios de derribo. Duden de ciertas páginas y de ciertas gangas.

Dicho esto, vayan preparando las carteras y a gastar a lo loco: llegan el Black Friday y el Cyber Monday. Consumo sí, pero con cabeciña, que no nos engañen.