La caja de resistencia de la CIG

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

Lavandeira jr | EFE

14 nov 2025 . Actualizado a las 20:37 h.

El pasado domingo, La Voz de Galicia publicó una información firmada por Mario Beramendi según la cual el sindicato nacionalista CIG ha abierto una caja de resistencia para poder compensar las pérdidas económicas de sus afiliados con motivo de las huelgas que secunden contra la Consellería de Educación. Según este mecanismo que tiene la Confederación Intersindical Galega, los afiliados que acudan a las huelgas recibirán 20 o 40 euros por día, en función del tiempo que lleven perteneciendo al sindicato.

 El espíritu de este tipo de acciones, que por otra parte no son nuevas, es ayudar a los trabajadores que sufran penurias económicas fruto de huelgas prolongadas. Y eso es lo que está haciendo ver la CIG, que el conflicto en educación va a ser largo. De hecho, según figura en el correo que enviaron a sus afiliados, «o profesorado do ensino público non aguanta máis e as súas reivindicacións van en serio; se non hai rectificación, non se recuperan dereitos e non se valora o profesorado, este será un curso de mobilizacións que non cesarán até conseguir avances».

Ana Pontón fue preguntada por este tema y respondió incómoda, diciendo que se trata de bulos del PP y que no va a hacer comentarios. Y, por su parte, la secretaria xeral del PPdeG, Paula Prado, dijo que «pagan salarios para que haxa máis manifestación e alboroto».

En cualquier caso, la activación de la caja de resistencia es la primera vez que se aplica en el ámbito docente. Y además se hace en un momento en el que la UPG (la organización dominante en el BNG), que tiene una estrecha relación con la propia CIG, tiene como estrategia mantener la tensión en todos los ámbitos posibles en Galicia, bien hablemos de Altri, bien de la sanidad, bien de la educación.

El mecanismo de la caja de resistencia hay que entenderlo en la palabra clave del sindicalismo, que es la solidaridad. Esta idea surgió para que con el dinero de los sindicatos, procedente en gran parte de las cuotas de todos sus afiliados, se pueda ayudar a quienes fruto de reivindicaciones justas y largas apenas si tienen dinero para mantenerse.

Dicho lo anterior, nos encontramos incluso ante un debate ético en el caso de esta caja activada por la formación nacionalista. ¿Estamos ante una verdadera caja de resistencia en la que trabajadores en precaria situación, explotados y obligados a ir a la huelga se apoyan en ella? ¿O estamos ante un incentivo que sume huelguistas y manifestantes en las calles de Galicia?

Los sindicatos han sido y son una parte importante del desarrollo social, pero hay que ser muy ingenuo para pensar que no han sufrido también la colonización de los políticos. Y este caso parece más una cuestión de acción política que de acción sindical. ¿Tiene como prioridad la CIG alcanzar acuerdos que beneficien a sus afiliados o tiene como principal razón de ser tumbar el Gobierno de la Xunta y reventar grandes empresas desde dentro?

Lo dicho, cuanto menos ingenuos seamos, más fácil será encontrar la respuesta.