Acabar con el «spam»

Beatriz Pallas ENCADENADOS

OPINIÓN

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19 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Todos los pasos que se han dado hasta ahora para intentar acabar con las llamadas comerciales invasivas no han conseguido más que convertir la solución en un horizonte imposible. Ejércitos de robots siguen reproduciendo a diario, de lunes a domingo, mensajes no deseados desde numeraciones fijas y móviles. Esta evidencia impide recibir por ahora con entusiasmo la nueva Ley de Servicios de Atención a la Clientela, refrendada por el Congreso y remitida al Senado para su tramitación. La norma prevé fijar pronto objetivos como acabar con las llamadas de spam desde teléfonos fijos y obligar a las empresas de venta a usar un prefijo numérico específico que permita distinguirlas fácilmente del resto de las comunicaciones. También fija, entre otras aspiraciones, el empeño de acabar con las reseñas falsas.

La desconfianza resulta inevitable. Antes del verano se anunció la prohibición de usar números de móvil para estos fines mercantiles, pero la molestia y el riesgo persisten. Primero, porque las llamadas desde esos prefijos reconocibles nunca han dejado de producirse. Segundo, porque las que proceden de teléfonos fijos se han multiplicado, muchas de ellas con promesas de trabajo fraudulentas. La ley trasladará la pelota a las teleoperadoras, a ver si ellas logran cumplir con su obligación de identificar y bloquear las interferencias engañosas.