Xabi Alonso caerá antes que Sánchez

César Casal González
césar Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

16 dic 2025 . Actualizado a las 14:01 h.

Se acercan las fechas navideñas. Y la gente se sobresalta. El debate más allá de La isla de las tentaciones está en quién cae antes: ¿Xabi Alonso como entrenador del Madrid o Pedro Sánchez como presidente del Gobierno? Durará menos Xabi que Sánchez. La prensa deportiva se entretiene con los recambios. Que si Zidane, que si Solari, que si Arbeloa. Pero, en la duración de Xabi Alonso, influyen dos cosas: las dos incontrolables. Una, que entre la pelotita. Y la otra, la única real, Florentino. No hay más. Lo de Sánchez es más complejo. Lo dijo el domingo y lo repitió ayer. A España le renta un Gobierno progresista. «Yo sí he querido ser presidente del Gobierno para subir las pensiones, el salario mínimo, para proteger a las mujeres y para defender la legalidad internacional». Y fiel a su carácter de resistente añadió un «merece la pena gobernar en estos tiempos difíciles». Ahora le suma un abono de transporte. El presidente no se va pese al ruido y mantiene el fin de la legislatura en el 2027, como una obsesión. Él no depende de un balón ni de Florentino. Para que Sánchez abandone hace falta mucho más que unos socios de la coalición cabreados por la acumulación de semanas negras del presidente.

Nadie sabe decir cuál fue la semana más negra del socialista. Existe una hiperventilación política. No olviden que Sánchez ha pasado por todo: pandemia, volcán, dana, guerras y, ahora, Ábalos, Cerdán, Koldo, casos de acoso sexual en el partido, el fiscal general... La diferencia está en que los socios amenazan pero ¿golpearán? No. Tienen más que perder. Y sin una moción de censura, aunque no haya presupuestos, la única firma que lleva a votar es la de Sánchez. Junts no se atreverá a escenificar una moción de censura, aunque sea instrumental con un candidato que solo firme para ir a urnas («no dice eso la Constitución», recordó Sánchez), cuando saben que Ripoll y Aliança catalana los va a arrasar. Lo de Yolanda Díaz es de chiste. Pide cambiar un Gobierno en el que el eslabón débil es ella. Su protagonismo depende de Sánchez. No sabe ni qué papel jugaría en otras elecciones, salvo que se afilie al PSOE y el presidente la salve como diputada por Ferrol. El más peligroso es el PNV (que se lo pregunten a Rajoy). Ellos sufren un desgaste que favorece a su rival, Bildu. Aun así, ¿les rentaría ese show de moción de censura para descabalgar a Sánchez? ¿Apoyando a quién? ¿A un Feijoo al que también tendría que votar Vox? Pasaríamos de una coalición Frankenstein de la izquierda a una coalición La Cosa de la derecha. Sin moción, no hay elecciones hasta que lo decida el bolígrafo de Sánchez. Y es que no está por la labor. En cuanto a los casos de acoso, cualquier organización que abriese un canal anónimo de denuncias pasaría por esa tormenta perfecta. Así de apestosa es la lacra de la violencia machista en este país. Regresamos al inicio. Los socios del Barcelona que sean independentistas pueden estar doblemente tranquilos. Caerá antes Xabi Alonso que Pedro Sánchez. Y eso que esta semana, si hacemos caso a la actualidad de vértigo que se vende, volverá a vivir la peor semana negra desde que el socialista es presidente.