El alcalde de O Barco estudiará hoy con Fraga la ejecución de proyectos pendientes «Recordar lo mismo de siempre, problemas ya planteados pero todavía no resueltos». Así resumía el alcalde de O Barco el contenido de la reunión que esta mañana mantendrá en Santiago con Manuel Fraga. En el dossier de Alfredo García figuran ambiciosos proyectos todavía sin definir -saneamiento del Sil-, mejoras diseñadas por el concello -ampliación de la Casa de la Cultura- e inversiones reclamadas por Madrid para que respalde el ejecutivo gallego -enlace N-120 y N-536-.
06 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.A las once de la mañana comenzará la entrevista. La documentación recopilada por el alcalde barquense incluye proyectos que se han venido demandando en anteriores encuentros, no sólo con el responsable de la Xunta sino también ante los departamentos autonómicos correspondientes. Una solución definitiva para el saneamiento y abastecimiento, medidas para evitar los riesgos de inundabilidad del municipio, saneamiento integral del Sil, remate del polígono de A Raña y su enlace con la N-120 y N-536, así como la ampliación de la Casa de la Cultura. Un proyecto, éste último, directamente relacionado con la construcción de un nuevo edificio en el terreno municipal de la calle Hermanos Dequidt, y donde además de la biblioteca se pretende ubicar un centro que dinamice la actividad cultural en torno a los legados de Delgado Gurriarán y Lauro Olmo. Un legado, el del dramaturgo barquense, que siempre mereció la atención del presidente gallego. García Rodríguez también quiere recordar a Fraga obras que precisan la colaboración económica de su gobierno. Como la construcción del paso subterráneo, incluyéndolo en los planes anuales que se firman con Renfe y Fomento. De este último departamento ministerial dependen eternas reivindicaciones viarias, y para las que el regidor reiterará la necesaria implicación de la Xunta. Son el tercer carril para la N-120 y la conexión entre este vial y la N-536 para el transporte de pizarra. Nuevo matadero No olvidará plantear un nuevo matadero. Un proyecto que requerirá pronunciamiento municipal, ya que primero en comisión y después en pleno, deberá decidirse qué se hace con la prórroga de la concesión.