Aunque a dos días del congreso celebrado ayer el PSOE aún no sabía si habría candidatos para el cargo de secretario provincial, los militantes socialistas ya conocen a quien les representará. La de Raúl Fernández, como era de esperar, fue la única candidatura presentada y se llevó el 87% de los votos depositados en urna por los compromisarios reunidos en el conservatorio de la capital ourensana.
El salón de actos se llenó de delegados con derecho a voto, pero sobre todo de invitados. Al congreso asistieron representantes del mundo empresarial, sindical y cultural de la provincia así como cargos socialistas de otros puntos de la comunidad e incluso de fuera de ella, como la aparición estelar de Leire Pajín, secretaria de Organización a nivel estatal.
Raúl Fernández no se dejó ver en la sala hasta segundos antes de que empezara el congreso. Estaba cerrando los últimos flecos de su equipo y quizás convenciendo a Eladio Fernández, su predecesor en el cargo, de que se integrara en él. Menos de 24 horas antes del cónclave había dicho que prefería centrarse en la portavocía socialista de San Cibrao pero acabó aceptando una vicesecretaría.
Ese fue el único gesto hacia Eladio Fernández en el congreso. Ninguno de los discursos recordó su gestión, la mayor parte olvidaron nombrarle cuando repasaron los cargos presentes antes de empezar su intervención y él se sentó en primera fila pero en una esquina. Y eso, en la inauguración del encuentro. Después se cambió a unas filas más atrás.
Apoyo al alcalde veigués
El congreso, por lo demás, discurrió con normalidad y sin sobresaltos. Es de destacar el hecho de que Fernando Fernández, aún alcalde de A Veiga, fue uno de los más aplaudidos. Estaba en la mesa del congreso y cada vez que alguien intervenía en el estrado hacía referencia a la moción de censura que le arrebatará la alcaldía el próximo viernes. Por otro lado, entre los asistentes estaba Camilo Ocampo, subdelegado del Gobierno, en su primer acto público tras su infarto.