Los vertidos al río Barbaña y las consecuencias económicas que estos acarrean al Concello de San Cibrao centraron ayer el pleno con sendas mociones del PSOE y el BNG alusivas al problema. Cabe recordar que la última resolución sancionadora de la Confederación Hidrográfica asciende a 19.000 euros por un vertido de septiembre del 2008, y que queda por ver cómo se resuelven otros expedientes abiertos por incidentes más recientes.
Aunque la sesión no estuvo exenta de debate -acalorado en varios momentos sobre todo entre el portavoz socialista Eladio Fernández, y la alcaldesa Elisa Nogueira-, finalmente ambas propuestas recibieron el apoyo unánime de las tres formaciones políticas.
La primera en concretarse fue la nacionalista, en la que se planteaba un plan de actuación con ocho puntos, entre ellos elaborar un protocolo de actuación para la inspección de las empresas usuarias de la red de saneamiento, actualizar el registro de empresas y la ordenanza municipal de vertidos, exigir responsabilidades económicas y legales a la empresa encargada del mantenimiento de la depuradora (Espina y Delfín) por no haber detectado y retenido los vertidos. También se exigirá a la Xunta un control exhaustivo de la Estación Depuradora y su ampliación, construyendo un tanque que pueda almacenar las aguas en caso de vertido para que no lleguen al río, y se pedirá a la Confederación que revierta el dinero de las multas en la regeneración del río en San Cibrao.
También salió adelante la propuesta del PSOE para pedir a la Xunta (que luego se amplió al Estado y, si fuese preciso a la Unión Europea) la inversión necesaria para ubicar una nueva Estación Depuradora que esté especialmente preparada para tratar y controlar vertidos industriales.