La idea de crear la fiesta del codillo surgió de María Sotelo, la cocinera del mesón O Toño. Lleva treinta años preparando el plato y hace ya un lustro apuntó hacia la posibilidad de crear una exaltación para el producto. La iniciativa fue un éxito, tal y como demuestra el hecho de que ayer cumplió su quinta edición, y por eso el Concello quiso hacerle un reconocimiento. Agradecida, confesaba estar muy contenta por el gesto, aunque se quitaba mérito, o al menos lo compartía, al repetir incansable que «a idea tivémola xuntos [Vicente] Solarat (entonces alcalde) e eu».
Pero ella no fue la única protagonista del acto que se celebró en el consistorio a la una de la tarde y en la que el regidor, Avelino García Ferradal, compartió el papel de máxima autoridad con su homónimo en Almendralejo, José García Lobato. También hubo una mención especial para la cooperativa Virgen de las Viñas que, después de que el gurú norteamericano Robert Parker diera 90 puntos a su vino blanco, provocó que el nombre de la localidad «diera la vuelta al mundo», según justificaba García Ferradal. Y añadía: «ha sido un año histórico en cuanto a ventas».
Desde la cooperativa, su presidente, Daniel Vizcaya, trasladaba el éxito a todos los socios, «porque son eles os que meten a materia prima coa que despois facemos o viño polo que nos fan este recoñecemento». Explicó también que la nueva cosecha está teniendo una buena salida en el mercado: «Estamos traballando moi ben, sobre todo para como está o tema en xeral».